Desde que escogí especialidad de Psicología del Trabajo en mis estudios de
Psicología y durante mi trayectoria profesional hasta
el momento actual siempre vinculada a Recursos Humanos, el tema del Liderazgo ha
sido especialmente recurrente. Existen diferentes teorías, estudios y artículos
que tratan este tema desde variados puntos de vista y corrientes de psicología.
Todas esas teorías son muy interesantes pero en mi opinión, una de las tareas
más difíciles en el ámbito profesional es aquella que conlleva gestionar
personas y en esta línea creo firmemente que no todos los líderes son jefes
pero todos los jefes deberían ser líderes, esto último, al menos bajo mi
experiencia, no siempre se cumple.
En Psicología Positiva el Liderazgo es una fortaleza
encuadrada en la virtud de justicia junto con fortalezas como trabajo en equipo
y equidad. Dentro de la Psicología del Liderazgo existen teorías que defienden
el Liderazgo positivo centrado en incentivar el bienestar dentro de las
organizaciones. Pero ¿qué características debe cumplir un Líder positivo? A
modo de resumen los principales aspectos podrían ser:
1. Fomentar relaciones
horizontales
Un responsable inseguro tiende a evitar la colaboración entre los miembros
de su equipo de manera que establece una organización en forma de pirámide para
que todas las órdenes y aprobaciones pasen por él. En cambio, un responsable
seguro de sí mismo (Liderazgo positivo) y que confía en su equipo, establece
una organización en forma de rueda en la que todo confluye en su figura central
pero fomenta la relación entre todos sus colaboradores aportando cohesión y sentido
de identidad de manera que cuando se consiguen los objetivos todos se sienten
partícipes de esos logros.
2. Motivar con objetivos
claros
Desde mi punto de vista la motivación por desempeñar un trabajo debe nacer
en uno mismo pero un buen líder puede alimentar esa motivación en sus
colaboradores poniendo objetivos de manera que el equipo entienda claramente la
dirección a tomar y qué aporta su esfuerzo y la consecución de esos objetivos
dentro de la estrategia de la empresa a la que pertenecen.
3. Compartir el para qué
En línea con el punto anterior, un buen líder es capaz de transmitir a sus
colaboradores para qué están desempeñando su trabajo, cuál es la razón por la
cual deben llegar a ese objetivo. De este modo los integrantes del equipo
tienen la oportunidad de encontrar sentido a su trabajo y les aportará mayor satisfacción
el desempeño de sus tareas.
Para ilustrar este punto os dejo una parábola:
Nos situamos en la Edad Media en una
cantera en la que los picapedreros trabajaban muy duro, están cubiertos de
polvo y el esfuerzo que hacen les hace sudar de forma notable. Nos acercamos a
uno de ellos:
Le
preguntamos: ¿qué haces?
El
hombre levanta la mirada y nos responde: pico piedras.
Le
insistimos: ¿estás contento con tu trabajo?
A lo que contesta: bueno, no me
pagan mal del todo (responde mientras se limpia el sudor de la frente y calcula
la faena que le queda para esa jornada).
Nos
acercamos a un segundo picapedrero:
Le
preguntamos: ¿qué haces?
El hombre levanta la mirada y nos
responde: pico piedras para una construcción.
Le insistimos: ¿estás contento con
tu trabajo?
A lo que contesta: sí, me pagan por
pieza y como trabajo rápido me saco un sobresueldo.
Finalmente nos acercamos a un
tercero que parece más animado:
Le preguntamos: ¿qué haces?
El hombre levanta la mirada,
orgulloso y sonriendo nos responde: estamos construyendo una catedral!
El entusiasmo que irradia esta
tercera persona deja patente su alta involucración en su trabajo.
Cuando sabemos la transcendencia de nuestro trabajo nos podemos involucrar
con mayor facilidad en él.
4. Fomentar emociones
positivas
La Dra. Bárbara Fedrickson asegura que las emociones
positivas contribuyen a que las personas sean más productivas, colaboradoras,
resilientes y creativas en su puesto de trabajo. Un líder positivo fomenta esas
emociones en su equipo creando un entorno laboral más favorable.
Con todo esto, un liderazgo positivo implica desarrollar
relaciones saludables en un equipo de personas que dan sentido y significado a
su trabajo de manera conjunta. Estos líderes son personas con autoconfianza,
coherentes, que conocen las fortalezas de sus colaboradores y saben obtener lo
mejor de cada uno de ellos implicándoles en su trabajo.
En base a esto la reflexión de la semana es ¿Qué tipo de
responsable nos gustaría tener en nuestro trabajo? Y en el caso en que nos
enfrentemos a la difícil tarea de gestionar un equipo de personas ¿Qué tipo de
liderazgo queremos proyectar hacia nuestros colaboradores?
Que paséis una feliz semana!
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