Hodges y Clifton (2005) definen cada fortaleza como una “habilidad para proporcionar coherencia, un rendimiento cercano a la perfección en una determinada actividad “. Según estos autores la clave para construir una fortaleza consiste primero en “identificar los temas de talento que dominas”, es decir, aquello en lo que mostremos una especial habilidad, que se nos dé bien hacer, para “después descubrir tus talentos específicos dentro de esos temas, y por último refinarlos con conocimientos y habilidades”
En
esta definición, lo talentos son “patrones naturales y recurrentes
tanto de pensamientos, sentimientos, como conductas, que pueden ser
aplicados productivamente”
A
la hora de descubrir esos talentos, no los buscaremos fuera sino
dentro de cada uno de nosotros, son elementos que ya tenemos, es
decir, las capacidades hacen referencia a aptitudes más o menos
innatas y automáticas, mientras que las fortalezas son rasgos
morales que dependen de la voluntad.
Otra
definición es la de Linley (2008) “capacidad ya existente de
comportarse, pensar o sentir que es auténtica y estimulante para la
persona y permite el funcionamiento óptimo, el desarrollo y el
rendimiento”
Hay
coherencia entre lo que piensa, siente y hace. Las fortalezas se
pueden entrenar. Son constructos positivos pero graduales. Cualquiera
puede potenciar y ejercitar con el tiempo, esfuerzo y determina
cualquier fortaleza. Se genera en la persona la esperanza de poder
afrontar aquello que tiene más bajo.
Las
24 fortalezas están agrupadas dentro de cada una de las seis
virtudes que os enumero a continuación y posteiormente describo:
Adquisición
y uso del conocimiento (Sabiduría y conocimiento)
- Curiosidad
- Creatividad
- Juicio
- Deseo de aprender
- Perspectiva
Humanidad
(Amor y humanidad)
- Capacidad de amar y ser amado
- Generosidad
- Inteligencia social
Coraje
(Valor)
- Tenacidad
- Honestidad
- Ilusión
- Valentía
Justicia
- Trabajo en equipo
- Ecuanimidad
- Liderazgo
Templanza
- Perdón
- Modestia
- Prudencia
- Autocontrol
Trascendencia
(Espiritualidad y trascendencia)
- Apreciación de la belleza
- Gratitud
- Esperanza
- Humor
- Espiritualidad
SABIDURÍA Y CONOCIMIENTO
Fortalezas
cognitivas que implican la adquisición y el uso del conocimiento.
Desde la fortaleza más básica desde el punto de vista evolutivo
(curiosidad) a la más compleja (perspectiva)
1.
Curiosidad, interés por el mundo
Tener
interés por lo que sucede en el mundo, encontrar temas fascinantes,
explorar y descubrir nuevas cosas. Conlleva apertura a diferentes
experiencias y flexibilidad ante temas que no encajan con nuestras
propias ideas previas. Las personas curiosas no se limitan a tolerar
la ambigüedad, sino que esta les gusta y les intriga. Puede ser
concreta o global. La curiosidad implica participar de las novedades
de forma activa, por lo que recibir información de forma pasiva
(como pasar el día viendo la tele) no es indicativo de esta
fortaleza. El extremo opuesto de la curiosidad es aburrirse con
facilidad.
Se
trata de reconocer y buscar activamente oportunidades desafiantes y
nuevos conocimientos. Esta es la fuerza que impulsa a las personas a
hacer descubrimientos y explorar los límites del conocimiento
humano. Puede desglosarse en tres categorías: interés, búsqueda de
la novedad y apertura a nuevas experiencias. Es diferente la
curiosidad de la creatividad. El creativo no sólo quiere conocer
sino que quiere crear. La creatividad debe ser productiva.
2.
Amor por el conocimiento y el aprendizaje
Llegar
a dominar nuevas materias y conocimientos por cuenta propia o
mediante aprendizaje formal. Tendencia continua a adquirir nuevos
aprendizajes. Aprender cosas nuevas, ya sea asistiendo a clase o por
sí mismo. Las personas con esta fortaleza predominante les gusta
leer, estudiar, visitar museos, y considera que en cualquier nivel
existen oportunidades de aprender. La persona con esta fortaleza
disfruta de la adquisición de nuevos conocimientos o satisface su
curiosidad, incluso cuando los beneficios materiales del aprendizaje
no se obtienen inmediatamente. Es importante que no exista obsesión
por el aprendizaje. Es diferente a la curiosidad dado que esta se
refiere a buscar mientras que el amor por aprendizaje es integrar el
conocimiento.
3.
Juicio, pensamiento crítico, mentalidad abierta
Pensar
sobre las cosas y examinar todos sus significados y matices. No sacar
conclusiones al azar, sino tras evaluar cada posibilidad. Estar
dispuesto a cambiar las propias ideas en base a la evidencia. Pensar
las cosas con detenimiento y analizarlas desde todos los puntos de
vista. No se precipita a extraer conclusiones y sólo se basa en
pruebas fehacientes para tomar decisiones. Es capaz de cambiar de
opinión.
Lo
contrario de esta fortaleza es pensar de maneras que favorezcan y
confirmen las ideas previas. Forma parte significativa del saludable
rasgo de no confundir los deseos y necesidades de una persona con la
realidad del mundo. Capacidad para examinar lo que nos ocurre desde
diferentes ángulos o puntos de vista. Se trata de la voluntad de
considerar la evidencia en contra de la propia creencia, planes y
objetivos.
4.
Ingenio, originalidad, inteligencia práctica, perspicacia
Pensar en nuevos y productivos caminos y formas de hacer las cosas. Incluye la creación artística pero no se limita exclusivamente a ella. Cuando se le presenta algo que desea logra con facilidad encontrar el comportamiento nuevo, pero adecuado, para alcanzar su objetivo. No le satisface realizar tareas de modo convencional. Esta tarea comprende lo que en general se llama CREATIVIDAD pero que no está limitada a tareas ligadas a bellas artes. También se la denomina INTELIGENCIA PRÁCTICA, SENTIDO COMÚN O PERSPICACIA. Utilizar la originalidad para idear nuevas formas de contribuir positivamente a la propia vida o la vida de los demás. Las personas creativas son capaces de aplicar su imaginación en nuevas y sorprendentes formas con el fin de resolver los problemas a los que se enfrentan.
5.
Perspectiva
Perspectiva,
a la que a menudo se le denomina sabiduría, es distinta a la
inteligencia y supone un nivel superior de conocimiento y de
capacidad de juicio. Esta fuerza implica ser capaz de proporcionar
sabios consejos a los demás. Esta persona será alguien en quien
todos confían y sabe transmitir conocimiento. Permite a quien la
posee hacer frente a importantes y difíciles preguntas sobre a
moralidad y el sentido de la vida.
CORAJE
Fortalezas
emocionales que implican la consecución de metas ante situaciones de
dificultad, externa o interna. Para ser considerados actos valientes
deben ser realizados ante fuertes adversidades. Esta virtud es
universalmente admirada y todas las culturas cuentan con héroes que
la ejemplifican.
6.
Valentía
No
dejarse intimidar ante la amenaza, el cambio, la dificultad o el
dolor. Ser capaz de defender una postura que uno cree correcta aunque
exista una fuerte oposición por parte de los demás, actuar según
las propias convicciones aunque eso suponga ser criticado. Incluye la
fuerza física pero no se limita a eso. No se amilana ante las
amenazas, los retos, el dolor o las dificultades. No sólo se refiere
a los momentos en los que la integridad física se ve amenazada,
también hace referencia a situaciones intelectuales o emocionales
vistas como desfavorables, difíciles y peligrosas. Con los años los
investigadores han diferenciado entre el valor moral y el valor
físico o valentía.
7.
Perseverancia, laboriosidad, diligencia
Terminar
lo que uno empieza. Persistir en una actividad aunque existan
obstáculos. Obtener satisfacción por las tareas emprendidas y que
consiguen finalizarse con éxito. Asumir proyectos difíciles y
terminarlos, cumplir con su cometido con buen humor y con las mínimas
quejas. Hacer lo que dice que hará incluso más, nunca menos.
Flexible, realista y no perfeccionista. Se diferencia de la terquedad
que si no lo consiguen buscan otro modo de hacerlo. Este tipo de
perseverancia requiere dedicación, atención y paciencia
8.
Integridad, honestidad, autenticidad
Ir
siempre con la verdad por delante, no ser pretencioso y asumir la
responsabilidad de los propios sentimientos y acciones emprendidas.
Vivir de forma genuina y auténtica. Tener los pies en el suelo y sin
ser pretencioso. La fortaleza de la honestidad se manifiesta siendo
sincero, no faltando a la verdad, y presentándose a uno mismo de
forma genuina. Una persona integra es abierta y honesta con sus
propios pensamientos sentimientos y responsabilidades, teniendo mucho
cuidado para no inducir a error, ya sea a través de la acción o la
omisión.
9.
Vitalidad y pasión por las cosas
Afrontar
la vida con entusiasmo y energía. Hacer las cosas con convicción y
dando todo de uno mismo. Vivir la vida como una apasionante aventura,
sintiéndose vivo y activo. La vitalidad difiere de la satisfacción
en la medida en que implica una mayor activación y entusiasmo a
nivel psicológico.
HUMANIDAD
Y AMOR
Fortalezas
interpersonales que implican cuidar y ofrecer amistad y cariño a los
demás. Estas fortalezas se ponen de manifiesto en la interacción
social positiva con otras personas, amigos, parientes y también
desconocidos.
10.
Amor, apego, capacidad de amar y ser amado
Tener
importantes y valiosas relaciones con otras personas, en particular
con aquellas en las que el afecto y el cuidado son mutuos. Sentirse
cerca y apegado a otras personas. El amor conlleva confianza y
reciprocidad. La fortaleza del amor permite estrechar relaciones con
otras personas, sobre todo con aquellas con las que compartir y
cuidar es recíproco. Las personas con esta fortaleza sienten una
enorme satisfacción al querer a los demás.
11.
Simpatía, amabilidad, generosidad, bondad
Hacer
favores y buenas acciones para los demás, ayudar y cuidar a otras
personas. Disfrutar haciendo buenas obras en beneficio de los demás,
incluso aunque no los conozca bien. La categoría bondad engloba
diferentes formas de relacionarse, guiadas por el beneficio de otro
al punto de que se anulan nuestros propios deseos y necesidades
inmediatas. Lo que diferencia la bondad del amor es que en bondad no
recibes nada a cambio. Esta fortaleza requiere ser respetuosos con
los demás y a su vez incluye el afecto emocional.
12.
Inteligencia emocional, personal y social
Ser
consciente de las emociones y sentimientos tanto de uno mismo como de
los demás, saber cómo comportarse en las diferentes situaciones
sociales, saber qué cosas son importantes para otras personas, tener
empatía.
La
inteligencia social es el conocimiento de uno mismo y de los demás.
Uno es consciente de las motivaciones y sentimientos de los demás y
sabe responder a ellos. Es la capacidad de observar diferencias en
los demás, sobre todo con respecto a su estado de ánimo,
motivaciones, intenciones y temperamento. Esta fortaleza no debe
confundirse con ser meramente introspectivo o reflexivo, o tener
mentalidad de psicólogo sino que se demuestra mediante actos de
habilidad social. La inteligencia personal permite acceder a los
sentimientos propios y utilizar dicho conocimiento para comprender y
orientar el comportamiento. En Psicología positiva se llama
inteligencia social a lo que Goleman en sus inicios llamaba
Inteligencia emocional. Goleman en sus últimos escritos lo denomina
Inteligencia social.
Las
personas socialmente inteligentes son conscientes tanto de las
propias emociones y las intenciones como de las de otros. No importa
cuál sea la situación social, tratan de hacer que todos los
implicados se sientan cómodos y valorados.
JUSTICIA
Fortalezas
cívicas que conllevan una vida en comunidad saludable. Van más allá
de las interacciones individuales y se refieren a la relación de una
persona con grupos mas amplios, como la familia, la comunidad, la
nación y el mundo.
13.
Ciudadanía, civismo, lealtad, trabajo en equipo
Trabajar
bien dentro de un equipo o grupo de personas, ser fiel al grupo y
sentirse parte de él. Implica trabajar como miembro de un grupo para
el bien común. La fortaleza de la ciudadanía se manifiesta a través
de un sentido de pertenencia social y responsabilidad cívica. Los
buenos ciudadanos no son obedientes a ciegas y cuando es necesario
luchan por el cambio de sus grupos para que mejoren. Las personas con
esta fortaleza son leales a las organizaciones de las, dispuestos a
hacer sacrificios personales por sus vecinos o compañeros.
14.
Sentido de la justicia, equidad, imparcialidad, ecuanimidad
Tratar
a todas las personas como iguales en consonancia con las nociones de
equidad y justicia. No dejar que los sentimientos personales influyan
en decisiones sobre los otros, dando a todo el mundo las mismas
oportunidades. La justicia implica tratar a todos de acuerdo con los
ideales universales de la igualdad y la justicia. La verdadera
imparcialidad incorpora ambos, tanto el respeto por las directrices
morales como la disposición compasiva de cuidar de otros. Les cuesta
ser neutrales.
15.
Liderazgo
Animar
al grupo del que uno es miembro para hacer cosas, así como reforzar
las relaciones entre las personas de dicho grupo. Organizar
actividades grupales y llevarlas a buen término. Debe ser un
dirigente efectivo, que se encargue de que el trabajo en grupo se
realice al tiempo que se mantienen las buenas relaciones entre sus
miembros. El líder es humano en el trato de relaciones
intergrupales. Se libera del peso de la historia, reconoce la
responsabilidad de sus errores y es pacífica.
TEMPLANZA
Fortalezas
que nos protegen contra los excesos. Expresión apropiada y moderada
de los apetitos y las necesidades. No reprime sus necesidades pero
espera la oportunidad de satisfacerla de forma que no perjudique a
nadie.
16.
Capacidad de perdonar, misericordia
Capacidad
de perdonar a aquellas personas que han actuado mal, dándoles una
segunda oportunidad, no siendo vengativo ni rencoroso. Se guía por
el principio de clemencia, no de venganza. El perdón de las ofensas
produce una serie de cambios beneficiosos en el interior de una
persona. Cuando las personas perdonas sus motivaciones básicas o
inclinaciones a actuar sobre el transgresor se tornan positivas
(benevolentes, amables o generosos) y menos negativas (vengativos o
de evitación).
17.
Modestia, humildad
Dejar
que sean los demás los que hablen de uno mismo, no buscar ser el
centro de atención y no creerse más especial que los demás. La
humildad y la modestia consisten en dejar que nuestras fortalezas y
logros hablen por sí mismos.
18.
Prudencia, discreción, cautela
Ser
cauteloso a la hora de tomar decisiones, no asumiendo riesgos
innecesarios ni diciendo o haciendo nada de lo que después uno se
pueda arrepentir. Es una persona cuidadosa. Las personas prudentes
tienen visión de futuro y son dialogantes. Esta fuerza no es
sinónimo de avaricia o timidez, sino que supone una eficaz e
inteligente perspectiva hacia el logro de importantes objetivos en la
vida. Las personas prudentes supervisan y controlan su comportamiento
compulsivo y anticipan las consecuencias de sus actos.
19.
Auto-control, auto-regulación
Tener
capacidad para regular los propios sentimientos y acciones. Tener
disciplina y control sobre los impulsos y emociones. Les cuesta poco
contener sus deseos, necesidades e impulsos cuando la situación lo
requiere. No basta con saber qué es lo correcto sino también debe
saber poner en práctica ese conocimiento.
TRANSCENDENCIA
Fortalezas
que forjan conexiones con la inmensidad del universo y proveen de
significado la vida. Van mas allá de la persona y nos conectan con
algo más elevado, amplio y permanente: con otras personas, con el
universo, con el futuro, la evolución o lo divino.
20.
Apreciación de la belleza y la excelencia, capacidad de asombro
Saber
apreciar la belleza de las cosas, del día a día, o interesarse por
aspectos de la vida como la naturaleza, el arte, la ciencia… Los
individuos que aprecian a belleza obtienen placer al observar la
belleza física, las habilidades y talentos de otras personas y la
belleza inherente a la virtud y a moralidad. La belleza se puede
encontrar en casi todos los ámbitos de la vida, desde la naturaleza
a las matemáticas, de las artes a la ciencia y en la experiencia
cotidiana.
21.
Gratitud
Ser
consciente y agradecer las cosas buenas que a uno le pasan. Saber dar
las gracias. Tomarse tiempo para dar las gracias. La actitud puede
dirigirse a una persona determinada, a una divinidad, o simplemente
expresarla hacia el exterior por el solo hecho de la existencia. Esta
fortaleza es una actitud de agradecimiento y buena voluntad por
beneficios derivados de otras personas. Las personas agradecidas se
toman su tiempo para agradecer y contemplar todo lo que les ha dado
la vida.
22.
Esperanza, optimismo, proyección hacia el futuro
Esperar
lo mejor para el futuro y trabajar para conseguirlo. Creer que un
buen futuro es algo que está en nuestras manos conseguir. Se
manifiesta en la expectativa de que en el futuro nos van a pasar
cosas buenas. Las personas con esperanza piensan que si se esfuerzan
por conseguir un objetivo en el futuro lo realizarán. Esta fuerza
lleva a la gente a esperar lo mejor de sí mismos y de otros.
23.
Sentido del humor
Gustar
de reír y gastar bromas, sonreír con frecuencia, ver el lado
positivo de la vida. Humor supone disfrutar de la risa, las bromas
amistosas y la felicidad de los demás. Humor no se circunscribe
solamente a contar chistes, más bien se corresponde con un enfoque
lúdico e imaginativo de la vida.
24.
Espiritualidad, fe, sentido religioso
Pensar
que existe un propósito o un significado universal en las cosas que
ocurren en el mundo y en la propia existencia. Creer que existe algo
superior que da forma a determina nuestra conducta y nos protege. Es
una parte universal de la experiencia humana que implica el
conocimiento de tu lugar dentro del más amplio esquema de las cosas.
La espiritualidad nos da la conciencia de lo sagrado en la vida
cotidiana, una sensación ante la adversidad, y la experiencia de
trascender de lo ordinario para llegar a algo fundamental. Puede
incluir, aunque no se limita a ellas, las creencias religiosas y su
práctica.
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