Hace unos meses escribía sobre la importancia que tiene en mi vida la
música fundamentalmente como instrumento para canalizar mis emociones. A raíz
de esto y por mi curiosidad por conocer qué ocurre en el cerebro para que se
pongan de manifiesto unos procesos emocionales u otros, surge el tema de hoy.
En este caso recojo ideas derivadas de estudios basados en la neurociencia que
intentan explicar los procesos neuronales que acontecen bien cuando escuchamos
música o cuando tocamos un instrumento musical.
Cuando escuchamos música puede ocurrirnos que se liberen en nosotros
procesos emocionales, entre otros efectos, como mejorar nuestro estado de
ánimo, activarnos, relajarnos o evocar en nuestro recuerdo momentos, personas o
lugares concretos. Aunque estamos habituados a ello todo esto sucede porque se
producen en nuestro cerebro complejos procesos neuronales. Debido a ello,
existe un amplio campo de investigación en neurociencia que estudia estos
procesos.
El cerebro es extremadamente complejo y la música tiene un alto impacto en
el mismo dado que se procesa en muchas de sus áreas. Las áreas más destacadas
en este proceso son tales como:
- Núcleo Accumbens y Amígdala: se ocupan de la reacción emocional a la música.
- Hipocampo: se encuentra la memoria musical.
- Corteza auditiva: se encarga del primer procesamiento de la música.
Os dejo una imagen que describe las partes del cerebro involucradas en
estos procesos:
Según investigaciones llevadas a cabo en este campo la música libera dopamina,
la cual es un
neurotransmisor que media el placer en el cerebro. La secreción de esta
sustancia se produce durante situaciones agradables y estimula al individuo a
buscar aquella actividad u ocupación que le genera momentos de bienestar. La
comida, el sexo, y varias drogas son también estimulantes de la secreción de la
dopamina en el cerebro y actúan en determinadas áreas tales como el núcleo
accumbens y la corteza prefrontal.
Uno de los fundadores del laboratorio de investigación Brain Music
and Sound en Canadá afirma que los sonidos impactan en el oído
y se transmiten al tronco cerebral. Esto impulsos viajan a redes del cerebro
importantes para la percepción musical y también a zonas de almacenamiento de música
ya escuchada. Por ello, nuestra respuesta cerebral a la música que escuchamos está
totalmente condicionada a lo que hemos escuchado anteriormente. Por esta razón la música es un gran evocador de momentos de nuestras vidas que tenemos guardados en nuestra memoria y están vinculados a algún tema o grupo musical.
En cuanto a tocar algún instrumento musical también se ha estudiado en
profundidad qué áreas del cerebro están implicadas en dicha actividad y los
efectos positivos que se derivan de ella. Si tenéis curiosidad os dejo un vídeo
que explica este tema con más detalle. Lo podéis ver aquí.
Como os decía para mí la música tiene un espacio importante en mi vida, a
pesar de no ser una experta en ello ni tocar un instrumento musical es una
forma de canalizar mis emociones, ordenar mis pensamientos, una válvula de
escape y un medio a través del cual obtengo un alto grado de bienestar. Alguien
dijo que “sin música, la vida sería un
error” y desde mi punto de vista es una frase más que acertada.
Que paséis una feliz semana!
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