Alguna vez he compartido por aquí artículos de la revista de El País
semanal que cada domingo dedica un espacio sobre Psicología.
Os dejo el artículo de hoy que me da pie para escribir sobre la valoración que
hacemos sobre nuestro bienestar y felicidad. Podéis leerlo aquí: http://elpaissemanal.elpais.com/confidencias/de-que-felicidad-estamos-hablando/
El artículo viene a decirnos que el bienestar es la evaluación que hace
cada persona de su propia vida y esta evaluación incluye dos dimensiones:
- Una dimensión cognitiva centrada en aspectos valorativos y que está relacionada con la satisfacción con la vida en general.
- Una dimensión digamos más afectiva que se centra en aspectos emocionales y se relaciona tanto con el estado de ánimo de las personas como con la frecuencia e intensidad de sus emociones positivas y negativas.
Al fin y al cabo una persona puede experimentar un alto bienestar subjetivo
cuando se siente satisfecha con su vida y experimenta emociones positivas. Ese
alto bienestar subjetivo está estrechamente vinculado con la percepción de
felicidad. Llegados a este punto en el que partimos de un concepto concreto de
felicidad y que es un estado que cualquier persona busca experimentar a lo
largo de su vida cuanto más tiempo mejor, ¿qué podemos hacer para encontrar esa
felicidad? De forma recurrente sale este tema en el blog y no es mi intención
dar lecciones de nada pero sí aportar mi opinión y mis estrategias en este
sentido.
En cuanto a la primera dimensión, cognitiva, aquella relacionada con la
satisfacción que tenemos de nuestra vida, entran factores en juego como nuestra
expectativa, logros, objetivos, valores,… Es por tanto muy personal e
individual de cada uno. Podemos estar satisfechos con nuestra vida y otro en
nuestra situación anhelaría aspectos ausentes de la misma que le impedirían
tener esa sensación de bienestar.
En lo referente a la segunda dimensión, la frecuencia e intensidad de
emociones positivas, cada uno sabemos que nos aporta valor, en qué situaciones
nos sentimos bien, qué necesitamos para emocionarnos… de lo que se trata desde
mi punto de vista, es ser protagonistas de nuestras propias emociones, no
dejarlo a las circunstancias que nos vengan y buscar momentos positivos que nos
aporten bienestar.
Ayer estuve con un grupo de amigas disfrutando de esos
momentos que te aportan valor y te generan bienestar y en un lugar de Madrid
encontré una frase escrita en la pared que decía lo siguiente “No esperes los buenos tiempos para ser feliz,
sencillamente sé feliz y los buenos tiempos vendrán”. Vaya por delante que
cuando leo estas frases tan positivas me gusta pero si te quedas solo en la
frase en sí misma y no intentas profundizar en la manera de aplicarla a tu día a
día, muchas de estas frases a veces son, cuanto menos, cuestionables y puedes
caer en un optimismo sin contenido, poco realista y que se quede en eso,
simplemente una frase chula. De acuerdo en que no necesitamos que todo sea
perfecto para disfrutar momentos de felicidad, es decir, incluso cuando no
pasamos por buenos tiempos tenemos la oportunidad de ser felices de algún modo.
A veces el simple hecho de buscar ser felices nos genera grandes momentos de
bienestar. Pero lees la frase y parece que de lo que se trata es SIMPLEMENTE de
ser feliz y que todo se arreglará. De simple creo que no tiene nada, hay
obstáculos, situaciones complejas, momentos difíciles y no basta con solamente
decidir que quiero ser feliz. Eso sí, el punto de partida puede ser tomar la
decisión de valorar lo que tienes, de dar los pasos que necesitas para
solucionar lo que no funciona bien en nuestra vida, de mantenernos fuertes y
apoyarnos en las personas que sabemos queremos mantener en ese camino cuidándolas.
A mí me funciona buscar experiencias y vivirlas con las personas que quiero y
que por supuesto quieren compartir esas experiencias conmigo de manera que mantengo
un alto nivel de intensidad de emociones positivas.
Que paséis una feliz semana!
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