domingo, 3 de abril de 2016

La ley del espejo

La ley del espejo es el título de lo que he leído este fin de semana, se trata de un librito que se lee de una vez escrito por Yoshinori Noguchi que, según pone en el libro, es un japonés experto en coaching. El subtítulo del libro a mi forma de ver es bastante osado ya que dice “Una regla mágica que da solución a cualquier problema en la vida”. Creo que es osado porque no confío en fórmulas mágicas en materia de resolución de problemas ya que para resolver un problema entran en juego factores como: el tipo de problema, las herramientas que tiene al alcance quien lo sufre, sus condicionantes externos,… con lo cual dudo mucho que exista una “receta” para resolverlo todo. En cualquier caso, este libro me lo regalaron hace tiempo y lo dejé aparcado con cierto escepticismo a pesar de saber que tarde o temprano lo leería (la persona que me lo regaló me conoce bien y sabía que me picaría la curiosidad, y así ha sido).

El libro relata una historia en forma de fábula para mi gusto algo edulcorada pero que le sirve al autor para definir lo que él llama la Ley del espejo: la realidad de nuestra vida es un espejo que refleja nuestro interior de manera que al observar lo que nos rodea podemos hacer una introspección de nuestro propio interior. Pone el ejemplo de cuando nos miramos al espejo y de repente descubrimos que tenemos mala cara o estamos despeinados, si no vemos ese reflejo no somos conscientes de ello.

Mi reflexión tras esta lectura es algo variada, en algunos aspectos no estoy de acuerdo y me parece algo reduccionista pero me voy a centrar en lo que sí coincido o aquello que me ha aportado valor.

Me parece acertado prestar atención a mi entorno, a lo que es coherente conmigo y lo que no, a las personas que me hacen bien y las que no y a las situaciones que me generan momentos positivos frente a las que no lo hacen e incluso me dañan. Además me ha hecho reflexionar en mi pasado, en cómo he ido eligiendo un camino u otro quedándome con lo que necesito en mi vida y evitando lo que no me ayuda a vivir de forma plena o al menos como a mí me gusta vivir. Esto sí puede ser porque al final he ido buscando que las personas que me rodean, mi profesión, mis hobbies… sean coherentes con mis sentimientos y completen mi existencia. 

A veces me ocurre que sufro sin saber cuál era la razón principal, simplemente algo no funciona y me cuesta encontrar la raíz del problema. En este caso me parece acertado el símil del espejo cuando en un momento dado veo claramente qué es lo que no funciona y es entonces cuando, al ser consciente de ello, puedo trabajar para resolverlo. En relación con esto lo mejor del libro desde mi punto de vista es cuando el autor explica que para resolver la raíz de un problema hace falta llegar hasta nuestro interior. Si no cambiamos nuestro interior y únicamente esperamos que cambien los demás o las situaciones nunca llegamos a resolver realmente el problema. Esto me ha parecido especialmente acertado, a veces creemos que un problema se ha resuelto porque ha cambiado la situación y esto suele ser simplemente una máscara para ese problema, si queremos resolverlo realmente el cambio no es solo externo sino también interno y ese cambio interno sólo lo podemos hacer nosotros mismos. El tema es cómo hacer ese cambio interno el cual conlleva conocerse a sí mismo, saber la dirección que se quiere tomar, reconocer nuestros propios fallos, afrontarlos y detectar cómo transformarlos para que no nos impidan vivir de forma satisfactoria. Como decía antes, no creo en fórmulas mágicas pero si en la capacidad del ser humano para crecer y encontrar bienestar.


Que paséis una feliz semana!

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