domingo, 14 de febrero de 2016

Eso que llamamos amor

El tema de hoy me ha resultado inevitable, es la primera vez desde que escribo en este espacio que el día de San Valentín cae en domingo, día de mi cita con este blog; así que sí, hoy el tema es el amor, concretamente el que existe entre la pareja. En mi opinión el hecho de celebrar este día o no es algo especialmente íntimo de cada pareja, lo que sí creo es que debe ser coherente con el tipo de relación que se tenga durante el año. Sí opino que cualquier día del resto del año puede ser una oportunidad de hacer muchas cosas especiales en pareja y de una forma más espontánea además de un día como hoy.

Según la Psicología Positiva, la capacidad de amar y ser amado es una de las 24 fortalezas del ser humano encuadrada en la virtud de Humanidad y amor. Esta fortaleza consiste en tener importantes y valiosas relaciones con otras personas, en particular con aquellas en las que el afecto y el cuidado son mutuos. Se trata de sentirse cerca y apegado a otras personas. La fortaleza del amor permite estrechar relaciones, sobre todo con aquellos con los que compartir y cuidar es recíproco. Las personas con esta fortaleza en niveles altos sienten una enorme satisfacción al querer a los demás.

Hay estudios que dicen que amar y ser amado es una de las experiencias más gratificantes para una persona y que una relación romántica intensa es un buen predictor de bienestar. Por otro lado, también he leído que estar en pareja es mayor predictor de felicidad que no estarlo, a lo que añaden que eso siempre y cuando la pareja funcione (obviamente) ya que estar en pareja y que no responda a las expectativas es en cambio un motivo importante de infelicidad.
Existen psicólogos sociales que estudian fenómenos como el amor y como compendio de dichos estudios básicamente enuncian que en una relación duradera el amor atraviesa dos estados fundamentales:
  • Enamoramiento: ese momento en el que los sentimientos hacia el otro son muy intensos, la pasión es un factor importante y prevalece ante muchas otras emociones dando lugar a un estado que a veces se define como de “estar en una nube”.
  • Amor maduro: aquí estos especialistas destacan de este momento sentimientos como intimidad, compañerismo, cariño,…

Robert Sternberg, psicólogo estadounidense que ha profundizado en el tema del amor, asegura que el amor tiene tres ingredientes básicos: cariño, pasión y compromiso. Dependiendo del grado en que cada uno de estos tres ingredientes esté presente en la relación de pareja Stenberg comenta que se puede hablar de diferentes tipos de amor. Por un lado hace referencia al amor romántico, donde prevalece el cariño y la pasión, en segundo lugar se refiere al amor de compañero, donde los protagonistas son el cariño y compromiso. Finalmente cabe la posibilidad, que puedan coexistir los tres factores, aunque parece que esto es más complicado de mantener en el tiempo según dice Stenberg.

Soy consciente de que existe esa fase de enamoramiento que no se mantiene a largo plazo (el tiempo de esta fase depende de cada pareja), pero no considero que haya que sacrificar ciertos aspectos de una relación de pareja escudándose en que lo importante es tener un/a compañero/a de vida conformándose con una relación que no se hagan vibrar el uno al otro de alguna manera. 

Las relaciones de pareja conllevan a veces conflictos, momentos más amargos, discusiones,… pero eso se resuelve con buena comunicación, sinceridad y con el convencimiento de ambos de seguir unidos. Ese convencimiento se sustenta, desde mi punto de vista, si ambos sienten que la otra persona es ese lugar donde llegar cada día, alguien a quien respetas, con quien te ríes y lloras si hace falta y con quien mantienes una atracción física que perdure en el tiempo.

Pero como en todo cada uno debe escoger qué tipo de relación le hace feliz, sabiendo lo que quieres aprendes a no mantener en tu vida lo que no quieres y esto puede ser una oportunidad de obtener bienestar.


Que paséis una feliz semana!

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