El domingo pasado leí
este artículo en El País Semanal. Podéis leerlo aquí.
En algún momento de
nuestra vida quien más y quien menos hemos tenido la sensación de haber perdido
un tren determinado, que ha pasado una oportunidad que pensamos no volverá. En
línea con esto, en ocasiones tenemos un sentimiento de necesidad vital de
cambio pero nos frena la sensación de que en este momento de nuestras vidas no
es posible abordar dicho cambio por diferentes razones: porque creemos que ya
no estamos en edad, porque ese tipo de riesgo lo deberíamos haber abordado
antes, por miedo a fracasar y no encontrar posibilidad de retomar un nuevo
camino,… En este artículo a este proceso mental lo denominan “el síndrome de
perder el tren”.
Me ha resultado
especialmente interesante la idea preconcebida que tenemos del tiempo dibujándolo
como un proceso lineal a través del cual debemos ir superando etapas que se van
quedando atrás. Pero ¿y si en lugar de verlo de forma lineal lo concebimos como
un proceso circular? Si lo vemos de este modo no hay por qué pensar que ya se
nos ha pasado el momento de emprender ciertos caminos de modo que las
posibilidades de cambio se amplían.
El paralelismo entre un
proceso de cambio con la transformación de oruga en mariposa es especialmente
práctico. En un primer momento debemos tomar la decisión de abordar de forma
consciente un cambio donde lo complejo del asunto es saber hacia dónde queremos
ir ya que a veces, sentimos que necesitamos un cambio pero no tenemos tan claro
qué es lo que queremos conseguir. Pero iniciamos el camino, con miedo,
incertidumbre y dudas de si realmente esto es lo que nos encamina a ser más
felices. Es entonces cuando empezamos a vivir nuevas experiencias, sensaciones
y pensamientos que nos animan a continuar el camino y por qué no, disfrutar del
mismo a la expectativa de lo que está por venir.
Así que, en sentido
amplio, lo positivo de esto es que no debemos refugiarnos en el sentimiento de
haber perdido el tren como escudo para no intentar alcanzar un sueño, una nueva
experiencia, un cambio personal o profesional. Y todo esto tomando conciencia
que el cambio supone dejar una situación a veces cómoda donde tendremos que
tomar decisiones, renunciar a ciertas cosas y abrirnos a nuevas posibilidades
de encontrarnos bien, con optimismo, energía y con la posibilidad de
experimentar momentos especialmente buenos.
Que paséis una feliz semana!
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