Este fin de semana, con motivo del Día de todos los
Santos que es hoy he hecho mi visita tradicional al cementerio que guarda todas
mis raíces, todas la personas que forman parte de mi pasado y ya no están en mi
vida. Esta visita me ha hecho reflexionar sobre la muerte en general y cómo me
gustaría que fuera la mía en particular.
Cuando tengo conversaciones sobre la muerte sobre
todo con mi familia, hablamos especialmente de lo que echamos de menos a las
personas que nos faltan y el tiempo que hace que vivimos sin ellos. Otro tema
de conversación inevitable en esos momentos es qué queremos que hagan con
nosotros una vez que nos llegue la muerte ¿entierro? ¿incineración? No digo que
esto no sea importante, creo que es necesario respetar la última voluntad de la
persona una vez fallecida pero hay algo que nunca he compartido y es ¿cómo
quiero sentirme cuando tenga que enfrentarme al final de mi camino?
Leeréis esto y pensaréis ¿pero este blog no iba de
cosas positivas? Espero que al final de lo que voy a escribir hoy podáis ver la
parte positiva de todo esto. La muerte es algo natural con lo que convivimos
desde que nacemos y a lo que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida de un
modo u otro, de lo cual siempre podemos sacar un aprendizaje que nos genere
bienestar, paz,... o cualquier otra emoción positiva.
Mi reflexión de esta semana por tanto va encaminada
a poner de manifiesto cómo quiero sentirme cuando me enfrente a mi propia
muerte. Como no podía ser de otro modo tengo una canción que inspira ese
sentimiento y os dejo aquí: “My Way” de Frank Sinatra. https://www.youtube.com/watch?v=e7DWe6S2u6Y
La canción es preciosa y muy emotiva para mí pero
hoy le doy un significado que me aplico a aquello que me gustaría sentir cuando
llegue mi muerte.
Me gustaría sentir, en ese momento, que he tenido
una vida plena lo cual no significa que haya sido una vida sólo feliz. Espero
haber reído, llorado, amado, haberme caído y levantado, haberme frustrado,
haber fracasado, haber tenido éxito, saber que he disfrutado de cada etapa de
mi vida, haber soñado y cumplido algunos de esos sueños… Seguro que en ese
momento siento cierto arrepentimiento de no haber hecho o dicho ciertas cosas
pero lo importante para mí será saber que hice lo que tenía que hacer,
responsabilizándome de mis errores, disfrutando de mis éxitos y todo acorde a
mis valores, lo cual me dejará un sentimiento de estar en paz con mi conciencia
y de cierto orgullo. Además, espero poder conservar el sentido del humor y no
dejar de reír hasta el último momento.
Al fin y al cabo, me gustaría poder decir en ese
momento que he vivido a mi manera.
Que paséis una feliz semana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario