domingo, 15 de enero de 2017

Emocionario

Esta semana recibí un regalo en forma de libro: Emocionario que como podéis deducir se trata de un diccionario de emociones. De hecho el título completo es Emocionario (dí lo que sientes). La verdad que no pudo ser más acertado el regalo por que fue toda una sorpresa y por el contenido y el formato del libro.
La primera impresión que tienes cuando coges este libro es que es un libro bonito, el formato, las ilustraciones, los colores,… Se trata de un diccionario que a través de sus páginas va recorriendo emociones que sentimos de forma habitual en un momento u otro de nuestra vida y lo primero que haces es pasar varias páginas deteniéndote en alguna de ellas para leer con atención las descripciones de cada emoción.
Es un libro con formato infantil de manera que las descripciones de las emociones son muy sencillas, con ejemplos básicos así que identificas perfectamente cada emoción. Las ilustraciones que acompañan cada emoción son preciosas, como si formaran parte de un cuento, describen cada emoción de un modo muy visual. Os dejo la portada del libro:
 
 
Las emociones y las descripciones que encuentras en este particular diccionario son sencillas y cuando vas recorriendo cada emoción te cuestionas ¿si es tan sencillo por qué no es tan fácil gestionar y expresar dichas emociones? Porque todos sabemos que existen emociones como alegría, tristeza, entusiasmo, melancolía, satisfacción, envidia, deseo… incluso las podríamos definir. Pero muchas veces  nos ocurre que tenemos sentimientos, emociones… que no sabemos identificar en un momento dado lo cual nos dificulta gestionar esa emoción concreta o lo que es más difícil aún, no sabemos expresar lo que sentimos.
En cuanto a identificar emociones no siempre es fácil en mi opinión porque tendemos a necesitar etiquetar algo para poder identificarlo pero en el caso de las emociones puede ocurrir que, frente a un estímulo concreto, se desaten en nosotros diferentes emociones incluso a veces algunas de esas emociones pueden llegar a ser contradictorias. Para dificultar el asunto puede ocurrir que nuestros pensamientos boicoteen de alguna manera esas emociones intentando racionalizar la situación y no dejándonos llevar por dichas emociones. Es probable que al no saber identificar esas emociones nos sintamos torpes, incapaces de gestionar lo que nos está sucediendo y puede ocurrir que decidamos protegernos de ellas inhibiéndolas, racionalizando cada situación para conseguir cierta sensación de control que nos haga sentir seguros. Pero si decidimos darle una oportunidad y dar rienda suelta a esas emociones puede ayudarnos hacer una pequeña introspección, observarnos a nosotros mismos y cómo nos sentimos, qué conductas nos llevan a hacer esas emociones,… para esto es importante el conocimiento de uno mismo de manera que podamos disfrutar a nuestra manera de esas emociones una vez que las tengamos identificadas.
El segundo paso  y más complejo es ser capaces de expresar esas emociones que hemos conseguido identificar. El ser humano es sociable por naturaleza por lo que poder compartir emociones es una forma muy positiva de obtener bienestar. Lo que ocurre es que si ya es complicado llegar a ese estado de identificar lo que sentimos y conocer las causas que generan nuestras emociones, más difícil aún resulta poder expresar todo eso que estamos viviendo internamente. Verbalizar emociones no es tarea fácil, no sé si os ha pasado alguna vez que cuentas algo emocionante a alguien, una gran experiencia o un viaje que te ha dejado huella por ejemplo, pero al contarlo crees que no eres capaz de transmitir a quien te escucha lo maravilloso de lo que estás contando, no sabes cómo trasladarle todo lo que has experimentado y cómo te ha hecho sentir. De repente parece que todo eso que sientes se vuelve más pequeño al verbalizarlo. Por esto, para expresar emociones a veces nos apoyamos en gestos que pueden ser mucho más profundos y descriptivos que las propias palabras. Otra cosa diferente es encontrar la persona a la cual trasladar dichas emociones, en función de lo que sintamos nos puede resultar más o menos fácil expresarlo a según qué personas. Hay personas con las que nos resulta muy fácil y otras más complicado. Además entran en juego las circunstancias, a veces el entorno y el momento puede favorecer más o menos que podamos expresar aquello que sentimos en un momento dado.
En cualquier caso emocionarnos, sentir, vibrar,… es algo de lo que no debemos privarnos de un modo u otro porque nos hace sentir vivos. En la medida que cada uno necesite identificar o expresar dichas emociones puede trabajar en ello de manera que no seamos nosotros mismos quienes no nos dejemos sentir o emocionarnos. En el prólogo del Emocionario la psicóloga Rosa Collado escribe: “sentir es un privilegio y aprender a expresar nuestras emociones nos ayudará a acercarnos a las personas que queremos”.
Recibir este libro como regalo me ha emocionado mucho, gracias.
Que paséis una feliz semana!

2 comentarios:

  1. Es fantástico sentir todo el abanico de emociones para valorarlas... cuando has pasado por la tristeza, la felicidad cobra más luz!
    La clave está en encontrar la puerta de la tristeza para salir de ella con cierta agilidad...
    Pero siempre hay algo bueno en todas las emociones, incluso en esas que se etiquetan de "negativas".
    Todas son parte de nuestra esencia y hay que asumirlas como propias ni negarlas ni despreciarlas... la clave está en gestionarlas!
    Mil gracias por tu post!
    Hace tiempo que comparto también ese libro

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    1. Muchas gracias a tí por acompañarme en mis reflexiones Laura

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