domingo, 6 de marzo de 2016

Saboreo

Soy consciente que con bastante frecuencia estoy pensando en lo que haré mañana, en el viaje que haré los próximos días de vacaciones, en el fin de semana que está por llegar,… de esta manera el futuro me arrastra y acabo por no prestar la atención que se merece a mi presente. En este sentido las filosofías orientales nos llevan ventaja y tienen clara la importancia de vivir el aquí y ahora de manera que le dan un inmenso valor al presente.

Hace años los psicólogos Fred B. Bryant y Joseph Veroff propusieron un nuevo concepto relacionado con la importancia de vivir el momento: “saboreo”. Reconozco que me encanta el término porque no puede ser más descriptivo con aquello a lo que hace referencia. Estos psicólogos destacan la importancia de ser conscientes de los momentos cotidianos y de prestar atención a lo que nos aporta cada circunstancia del día a día. Por eso me parece tan genial la palabra saboreo en este sentido porque es como cuando te llevas un bocado a la boca de algo delicioso, algo de lo que quieres extraer las sensaciones que te aporta, sensaciones básicas de dulce, salado, amargo,… que incluso te hace cerrar los ojos para poner toda tu atención en ese bocado.

Esto es diferente a las técnicas de relajación y respiración que se consiguen mediante el yoga o la meditación para lograr conectarnos con el presente. El saboreo consiste en tomar conciencia del placer de cada día y de las situaciones positivas que vivimos lo cual nos posibilita aumentar nuestra satisfacción.

Muchas de las actividades que realizamos de forma cotidiana están dominadas por nuestra inconsciencia, actuamos y vivimos de forma automática en algunos aspectos sin ser demasiado conscientes de nuestros estados emocionales. En realidad esta automatización es una herramienta muy importante para nuestro cerebro de manera que optimiza recursos necesarios para otras actividades menos cotidianas donde tiene que poner toda su energía. Pero si se trata de prestar más atención a emociones positivas creo que se justifica que le robemos esa energía a nuestro cerebro.

Según la Psicología Positiva podemos recurrir a algunas pautas para ejercitar ese saboreo:
  • Compartir experiencias con los demás: encontrar a otras personas con las que compartir un momento determinado o contarles nuestra experiencia de manera que, al compartirlos, somos más conscientes de esos momentos y los hacemos perdurar.
  • Recordar la experiencia: podemos recrearnos de una situación concreta que nos genere bienestar manteniéndola viva en nuestro recuerdo.
  • Agudizar los sentidos: no podemos abarcar todas las emociones a la vez ya que nuestra atención se dispersa, en el saboreo es importante prestar atención a los detalles y a las emociones básicas.

Lo ideal es que en el momento que nos ocurre algo bueno podamos parar, respirar y dejar que broten las emociones del momento. En mi caso lo que ocurre es que día a día, en mi trabajo, esto me resulta complicado pero sí le doy importancia a saborear los momentos en el tiempo que estoy fuera del trabajo, especialmente cuando llega el fin de semana. Es en esos momentos en los que bajo mis revoluciones y dejo de estar pendiente del reloj ya que los horarios son sólo para llegar a tiempo si he quedado con alguien. Respiro, me tomo el tiempo que necesito para disfrutar de mi alrededor, de las personas que tengo cerca o de mi soledad y es efectivamente cuando siento que saboreo lo que estoy viviendo en ese momento.


Que paséis una feliz semana!

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