Hoy
terminan mis vacaciones... no parece que sea un comienzo muy positivo
para este post, no?
Me
he tomado unas vacaciones del trabajo y del blog para tomar
perspectiva y cargar pilas. Durante mis vacaciones lo que intento es
desconectar del día a día, dedicar mas tiempo a mi familia y amigos
y dedicar tiempo a mí misma.
Cuando
hablo de dedicar tiempo a mi misma os hablo de realizar actividades
simples que me producen momentos de un alto bienestar y que
normalmente estas actividades no puedo hacerlas a diario. Estas
actividades son:
- Leer con mas frecuencia. Por cierto, os aconsejo una novela que he leído durante estas vacaciones y me ha encantado: La verdad sobre el caso Harry Quebert
- Tomar un largo café por la mañana, sin prisa, sin mirar el reloj
- Dar largos paseos disfrutando de la tregua del calor en las noches veraniegas
- Estar en contacto con el mar, escuchar el sonido de las olas y seguir maravillándome ante la grandiosidad de la naturaleza
- Disfrutar de largos baños a la luz de las velas
No
sé si os pasa a vosotros pero yo cuando llega septiembre vuelvo a
retomar los objetivos personales que me había propuesto a principios
de año y los reformulo o modifico. Creo que es la costumbre de mi
época de estudiante, cuando en Septiembre empezaba todo de nuevo.
Así que uno de mis objetivos va a ser mantener alguna de estas actividades
aunque sea de forma mas esporádica que en mi época de vacaciones.
En
línea con todo esto quiero hablaros hoy del mindfulness.
El mindfulness es un término que no tiene una palabra correspondiente en
castellano. Puede entenderse como atención y conciencia plena,
presencia atenta y reflexiva. Los términos atención, conciencia y
referencia al momento concreto están incluidos de lleno en su
significado. Viene a plantear, por tanto, un empeño en centrarse en
el momento presente de forma activa y reflexiva. Una opción por
vivir lo que acontece en el momento actual, el aquí y el ahora,
frente al vivir en la irrealidad, el soñar despierto.
Se
trata de una experiencia meramente contemplativa, observar sin
valorar, aceptando la experiencia tal y como se da. Es una
observación abierta e ingenua, ausente de crítica y valencia. Se
diría que es una forma de estar en el mundo sin prejuicios: abierto
a la experiencia sensorial, atento a ella y sin valorar o rechazar de
forma activa y taxativa dicha experiencia.
Os
dejo un enlace donde está perfectamente explicado este concepto de
forma que podáis valorar la importancia de practicar esta actividad
en los momentos que escojáis para mejorar vuestro bienestar. En este artículo además encontraréis una amplia bibliografía por si quereis profundizar sobre este tema.
Respecto
al fin de mis vacaciones... lo mejor de las cosas que
empiezan es que tiene un final y así aumentan su valor. Me quedo con
un montón de momentos geniales y con que mañana afrontaré mi
incorporación con optimismo y mi mente fresca.
Que
paséis una muy feliz semana!
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