Cuando te
ocurren cosas negativas por las cuales tienes la sensación de marcar un antes y
un después, sientes que algo se rompe, decides cambiar una circunstancia y
aventurarte a seguir delante de un modo diferente… es entonces cuando se cierra
una etapa, dejas ir el pasado y miras adelante dejando atrás algo que te hace
sentir que estás abandonando una vida y empezando otra. Ese momento es como
volver a empezar aunque es verdad que no empiezas de cero sino que los
aprendizajes que llevas acumulados te aportan un sustento importante para
iniciar esa nueva etapa.
Iniciado
el proceso de volver a empezar es inevitable pasar por una época de sentir que
vas a la deriva, entiendo que esto ocurre porque ese pasado que dejas a la
espalda lo percibes como un camino firme y seguro mientras que el futuro es
percibido como una apuesta incierta.
En este
proceso de cambio el tiempo juega un papel fundamental en el cual se van
cicatrizando heridas y pasas por una fase de reconstrucción emocional. Ese
tiempo es relativo, depende de cada persona y de sus circunstancias, pero lo
importante es detectar individualmente cuánto de largo o corto es el plazo que
necesitamos para cerrar una etapa y poner toda nuestra energía en el presente y
futuro habiéndonos reconciliado con ese pasado que nos va a acompañar siempre
pero del cual podamos extraer aprendizaje y buenos recuerdos.
En ese
proceso es probable que nos queramos precipitar y nos impacientemos por dejar
atrás algo que nos provoca dolor pero nos podemos permitir tener paciencia,
regalarnos el tiempo que necesitemos para seguir adelante y no caer en la
tentación de pensar que ese dolor permanecerá siempre con nosotros. Es cierto
que vivimos en una sociedad en la que todo va muy rápido y cuando te ocurre
algo malo escuchas a veces eso de “borrón y cuenta nueva” para que dejes de
mirar atrás y te enfoques en lo que te depara el futuro, pero opino que todo
lleva un proceso y que no es posible abrirse a nuevas experiencias sin haberse
liberado de aquello que te va a impedir poner todo de ti en disfrutar el
presente y esperar con optimismo el futuro.
Creo
firmemente que el tiempo es importante para que este proceso se lleve a cabo
pero no estoy de acuerdo en la famosa frase que dice “el tiempo todo lo cura”
ya que no sólo se trata de dejar pasar el tiempo para seguir adelante. Durante
ese tiempo es importante cuestionarte todo lo que necesites responder para
reconstruir tu vida, cosas como ¿qué tipo de vida quieres tener? ¿qué personas
encajan en esa vida y quienes no? ¿cómo puedes sacar partido a lo que tienes a
tu alcance para ser feliz? ¿qué te falta para estar bien? ¿cómo puedes
conseguir aquello que te falta? Se me ocurren un montón de interrogantes que yo
misma me he ido planteando cuando me he enfrentado a mi propia reconstrucción
emocional pero aquí cada uno tiene sus propias cuestiones en función del camino
que decida seguir en un momento dado. En función de estas cuestiones, y lo más
importante, las respuestas que nos demos, debemos ir avanzando, dar pasos que nos
vayan acercando a un cierto equilibrio.
Alcanzar
ese equilibrio para mí significa encontrar sentido a lo que me haya sucedido,
asumir mi pasado y que realmente sea eso, pasado. Además supone haber visto dentro
de mí misma que algo ha cambiado y que ese cambio me genera cierta satisfacción
de haberme superado, haber crecido y haberme adaptado a esos cambios.
El tiempo
que cada uno necesita en estos casos efectivamente es diferente pero puedes
darte cuenta que ese tiempo ha concluido si ya no sientes ese dolor intenso,
ese vértigo, sino que te invade una sensación de serenidad e incluso eres capaz
de ver el lado positivo del proceso en sí. Además puede ser un buen indicador
el hecho de asumir la experiencia como una más en tu vida y detectar en qué te
ha enriquecido.
Así que
sin prisa, puedes tomarte el tiempo que necesites para superar aquello que te
genera dolor, pero prestando atención a lo que puedes hacer durante ese plazo
para no dejar sólo en manos del tiempo la solución ya que creo que el paso del
tiempo es necesario pero no suficiente.
Que
paséis una feliz semana!