domingo, 29 de marzo de 2015

Tiempo al tiempo

Este fin de semana hemos cambiado la hora lo que nos provoca tener una hora menos de la noche del sábado al domingo. A raíz de esto quiero hacer mi pequeña reflexión respecto al tiempo, para mí un verdadero tesoro. 

Cada vez valoro más mi tiempo y lo que hago con él. No me gusta tener la sensación de “perder el tiempo”. En cualquier ámbito de mi vida me organizo para aprovechar cada momento; en el trabajo intento optimizar mis tareas, no dedicarle demasiado tiempo a aquello que no aporta valor, en mi vida personal valoro mucho poder dedicarle tiempo a “mi gente” al igual que valoro mis momentos de soledad. En esta misma línea evito dedicar tiempo a tareas o personas que me perjudican de igual modo que espero que nadie me dedique su tiempo si no le aporta nada.

El valor del tiempo radica especialmente, al menos desde mi punto de vista, en que en la vida todo tiene un comienzo y un fin, nada es eterno por lo que todo aquello que llevas a cabo es finito. Por esta razón el tiempo se convierte en algo especialmente valioso.

Esta forma de valorar el tiempo no es común en todas las culturas. En algún momento leí que un viajero europeo se encontraba en un poblado africano esperando un autobús para trasladarse. En un momento dado, mientras esperaba, preguntó por la hora de salida a lo que le respondieron “cuando se llene el autobús” y parece ser que el autobús tardó varias horas en salir, efectivamente cuando estuvo lleno. Esto en nuestra cultura en los tiempos que corren creo que es impensable cuando estamos tan pendientes de los horarios que nos limitan a lo largo del día.

La próxima semana tenemos algún día festivo con motivo de la Semana Santa e incluso alguno de vosotros habrá solicitado algún día de vacaciones para ampliar este tiempo de ocio. Si es así es muy probable que hayáis planificado algún viaje, actividades,… Somos muy dados a llenar el tiempo, a intentar optimizarlo estirándolo para que encaje todo lo que queremos hacer que en otros momentos no nos resulta posible.

¿Qué ocurriría si te haces el regalo del tiempo? Te puedes regalar el “no hacer nada”. Es como darle tiempo al tiempo, como dejar que las cosas ocurran, sin obligarte a nada, sin expectativas de nada. No hacer nada no tiene que ser equivalente a “hacer el vago” (que si en un momento es lo que te apetece también es buena opción). No hacer nada tampoco significa no tener ninguna actividad sino quizás no tener la vida tan estructurada y planificada. De esta manera puedes planear hacer algo concreto un día pero si te surge otra cosa cambias de actividad o de planes sin forzarte a hacer aquello que ya te habías propuesto. Es algo así como no hacer nada, pero sin dejar nada por hacer.

Como comentaba al principio no me gusta tener la sensación de perder el tiempo pero sí me parece importante reservar esos momentos para dedicarle tiempo al tiempo y especialmente, dedicar tiempo a saborear cada momento, sin horarios ni planes cerrados, solo dedicarle tiempo a experimentar lo que sucede.

Que paséis una feliz semana!

domingo, 22 de marzo de 2015

Felicidad todo el año

El pasado viernes 20 de marzo fue el Día Internacional de la Felicidad dispuesto así por la ONU, según he leído, para fomentar que las personas seamos más conscientes de la importancia que tiene la Felicidad en nuestras vidas. Durante todo el día del viernes pudimos ver en redes sociales y medios de comunicación cómo se hacía referencia a si somos felices y cómo lo logramos o si no lo somos qué podemos hacer para serlo.

En algunos medios se hablaba específicamente de cómo ser felices en el trabajo. Podemos ver muchos ejemplos de empresas que proporcionan a sus empleados programas para fomentarles su bienestar como: conciliación de vida laboral y personal, promociones internas para el reconocimiento en el trabajo, mejoras en la comunicación, fomentar relaciones positivas entre los empleados…Todas estas políticas en las empresas son importantes y tienen claramente un efecto positivo en sus empleados pero ¿qué podemos hacer como empleados para mejorar nuestro bienestar en el trabajo? No debemos esperar que la felicidad nos llegue únicamente porque nos pongan nuestro entorno favorable. En mi opinión cada uno debe ser responsable de mejorar su entorno para aumentar nuestra felicidad en todos los ámbitos de nuestra vida.

Mi reflexión sobre cómo mejorar nuestro bienestar en el trabajo y por tanto ser más felices es la siguiente:

-       Prepárate a conciencia tu futuro profesional: a veces me he encontrado jóvenes que dudan en qué carrera universitaria escoger, si aquella que les puede proporcionar mejores salidas profesionales o estudiar lo que les gusta. Mi respuesta es clara, estudia lo que te gusta y aquello donde puedes aportar más habilidades. Una vez finalizados tus estudios será más fácil encontrar un trabajo donde tus fortalezas aporten valor y te sentirás reforzado por dedicarte a aquello que te entusiasma. Con esto me gano cierta fama de idealista y poco práctica pero nada más lejos de la realidad, me parece menos práctico estudiar durante años algo que no te interesa y que te va a llevar a una salida profesional insatisfactoria.

-       Convierte tu trabajo en tu pasión: una vez que has forjado una profesión todos sabemos que es difícil encontrar el trabajo ideal, incluso cuando un trabajo es vocacional te encuentras tareas que no son las que más te interesan. Pero si crees en lo que haces, te ilusiona y apasiona recibes un alto grado de motivación para afrontar las dificultades que te encuentras. No es un camino especialmente fácil y en la mayoría de los casos hay que trabajar duro para lograr los objetivos que nos satisfacen pero si le ponemos pasión resulta mucho más fácil.

-       Elige experiencia positiva frente a satisfacción económica: obviamente trabajamos para que nuestra retribución sea un medio de vida. Igualmente soy consciente que hay unas necesidades básicas que cubrir para valorar otros aspectos. Pero creo que si nos basamos únicamente en la retribución económica que nos proporciona nuestro trabajo a la larga no es suficiente. Es importante encontrar un trabajo donde nos interese la actividad que realizamos, las relaciones positivas que nos aporta, el aprendizaje que nos supone,… Es decir, encontrar aquello que nos aporta valor mas allá del salario.

-       Valores: cuando nos dedicamos a algo que choca con nuestros valores vamos a encontrarnos situaciones en constante contradicción que generarán malestar. Intenta dedicarte a aquello que está en consonancia con tus valores personales.

-       Relaciones positivas: generar buen ambiente de trabajo no es sólo cometido de la empresa, en nuestra mano está aportar nuestro granito de arena para fomentar buenas relaciones con compañeros y responsables. No se trata de hacer amigos en el trabajo (lo cual a veces sucede) pero sí en tener relaciones saludables en nuestros equipos.

-       Objetivos: tener claro lo que nos aporta nuestro trabajo es importante para mantenernos constantes y esforzarnos por seguir adelante y levantarnos cada día por lograr uno o varios objetivos. Estos objetivos pueden ser desde que el trabajo sea un medio para conseguir dinero hasta objetivos como aprender, mejorar, aportar valor,… si mezclas varios objetivos será aún más potente.

Como punto de reflexión está bien que tengamos un día en el cual nos paremos a pensar qué podemos hacer para ser más felices pero esto lo tenemos que mantener el resto del año para realmente conseguir bienestar. Desde mi punto de vista la felicidad es un continuo donde encontramos en nuestro camino momentos especialmente felices y otros que no lo son tanto. Pero lo importante es que sepamos que está en nuestra mano que el balance pueda ser cada vez más positivo.

Que paséis una feliz semana!

domingo, 15 de marzo de 2015

Personas que marcan la diferencia

Últimamente me he interesado en buscar información sobre Liderazgo y desarrollo de equipos. Modelos de Liderazgo populares se pueden encontrar, por ejemplo en el mundo del deporte. Mi deporte favorito es el baloncesto, deporte que practiqué durante muchos años (ahora lo tengo más de lado) pero sigue apasionándome aunque reconozco que no sigo puntualmente las competiciones de ACB o NBA como hacía antes.


Buscando modelos de Liderazgo me encontré con John Wooden que fue entrenador de baloncesto universitario en Estados Unidos con muy buenos resultados. Como nota significativa de su forma de gestionar equipos comentaba “vivimos obsesionados con los resultados, no dejamos de competir y de compararnos con los demás, cuando en lo primero que deberíamos pensar es en si estamos dando lo mejor de nosotros mismos”.

Wooden desarrolló lo que se conoce como la “pirámide del éxito” donde existen estrategias clave:

  • Sé entusiasta con tu trabajo. “Sin entusiasmo no puedes trabajar usando tu máximo potencial y habilidad”. Viene dado por la actitud que tomamos hacia nuestras tareas del día a día, si aportamos vitalidad y entusiasmo el resultado siempre es notablemente mejor. Lo que tenemos que buscar en nosotros mismos es la forma de mantener ese entusiasmo.
  • No te enfades cuando la gente te ponga a prueba. “La gente te va a probar. Pero no retrocedas ante ellos en las cosas en las que crees, porque una vez que se aprovechen de ti y se salgan con la suya, seguirán haciéndolo”. Mantenernos firmes con nuestros valores y defenderlos sin caer en la frustración que paralice nuestras acciones.
  • Para conseguir cooperación, debes cooperar. “Compartir ideas, información, creatividad, responsabilidades y tareas es una prioridad de un buen liderazgo”. Vamos, que el líder debe ser de ejemplo para el grupo, si mantiene un espíritu colaborador los integrantes del equipo moldearán su comportamiento en esa misma línea.
  • No tengas miedo de fallar. “Si tienes miedo de fallar, nunca harás las cosas de las que eres capaz. El temor al fracaso es lo que a menudo evita que uno se ponga en acción”. El miedo es mecanismo de defensa natural del ser humano, debemos usarlo a nuestro favor evitando que nos paralice hacia la acción.
  • Se confiado pero no arrogante. “La arrogancia, o el elitismo, es el sentimiento de superioridad que alberga la asunción de que los éxitos pasados se repetirán sin el mismo duro esfuerzo que los aportó en un principio. Por lo tanto, nunca he afrontado un partido asumiendo la victoria. Todos los oponentes deben ser respetados, ninguno temido”. Este punto me parece muy importante, un líder debe ser humilde desde mi punto de vista.
  • Presta atención a las cosas pequeñas. A veces esas cosas pequeñas son las que aportan valor.
  • Se leal a tí mismo y a tu organización. Esto generará equipos fieles a sus valores y más difíciles de derrotar ante situaciones difíciles.
  • Recuerda que el éxito no se define por victorias. La definición de Wooden del éxito: “paz mental, la cual es una consecuencia directa de la satisfacción personal de saber que has hecho el esfuerzo de convertirte en el mejor que eres capaz”.

Os dejo la pirámide del éxito completa:



Pare terminar, os dejo las 3 reglas de oro en el vestuario de Wooden:
  • Ser puntual.
  • Utilizar siempre lenguaje positivo para abrir posibilidades y crear un espacio seguro que brinde la oportunidad de constante aprendizaje.
  • No se puede criticar a un compañero.

Sólo con estas tres reglas este equipo seguro que ya partía de un ambiente positivo y favorecedor hacia el éxito.


Que paséis una feliz semana!

domingo, 8 de marzo de 2015

Cumpliendo años

Hoy ha sido mi cumpleaños, he cumplido 38. No sé si son muchos o pocos. Según cómo se mire se puede decir que son bastantes o que aún no son suficientes. De momento no considero que sean muchos pero sí es cierto que al mirar atrás me doy cuenta que ya llevo suficientes años a mis espaldas para haber vivido cosas muy buenas, cosas malas y para tener una buena perspectiva de cara a los años que me queden por delante. En otras épocas de mi vida, si me hubiera visualizado con la edad que tengo ahora, creo que no me habría imaginado con la vida que llevo, construida por las decisiones que he ido tomando y de la cual me siento satisfecha en el momento presente. Es cierto que estoy satisfecha con mi presente pero en mi futuro tengo planes diferentes y la experiencia me dice que yo misma lo puedo ir construyendo a mi medida.

Algo que me caracteriza en la actualidad es mi necesidad de aprendizaje constante. En mis años universitarios pensaba en finalizar mi carrera y en vivir de los conocimientos que adquiriría con ella. Una vez finalizada la Licenciatura continué con un Master y desde entonces no he dejado de buscar nuevos conocimientos que pudiera ir adquiriendo. Ahora aprendo algunas cosas por necesidad y otras por placer pero continúo en constante aprendizaje. Prueba de ello ha sido esta semana que he tenido la oportunidad de acudir a una charla sobre optimismo, a una conferencia sobre internacionalización de recursos humanos y para terminar he pasado el fin de semana aprendiendo sobre PNL. Este aprendizaje constante abre mi mente, me aporta flexibilidad de pensamiento y, aunque resulte paradójico, cuantas más cosas aprendo más temas detecto que desconozco y que me podrían interesar.

Al haber estado todo el día en un curso no he podido celebrar mi cumpleaños como quisiera pero lo haré en otro momento, porque otra cosa que me parece esencial es celebrar los hitos de mi vida y ¿qué mejor hito que un cumpleaños? Me dejo pendiente reunir a amigos y familia para brindar con ellos!

Volviendo a mi edad, sí soy consciente que ya tengo mis añitos fundamentalmente porque tengo más capacidad de decidir lo que quiero y lo que no (principalmente lo segundo), escoger el tipo de personas que me gusta tener alrededor (especialmente tengo claro qué tipo de personas no quiero tener cerca), ser selectiva en aquello en lo que empleo mi tiempo que es de las cosas más preciadas y no quiero malgastarlo. Igualmente me doy cuenta que a medida que pasa el tiempo le doy más importancia a las experiencias que a las cosas materiales, me apetece disfrutar de las personas que quiero y también buscar mis momentos de soledad que necesito con cierta frecuencia para poner en orden mis pensamientos. 

Como decía la canción de Ricardo Arjona (no sé si es el autor original) “Señora, no le quite años a su vida, póngale vida a los años que es mejor”. En eso estoy, en disfrutar, en crecer, tener experiencias positivas, sentirme bien y sobre todo,  ayudar como pueda a que mi familia y mis amigos tengan una buena vida. Todo esto siendo consciente que me esperan experiencias negativas que afrontar y superar. Así que con esta perspectiva no me puedo quejar de seguir cumpliendo años, de manera que no me quito ningún año de vida, definitivamente opto por ponerle vida a mis años.


Que paséis una feliz semana!

domingo, 1 de marzo de 2015

Rituales positivos

En varias entradas de este blog os propongo técnicas para trabajar en nuestro comportamiento orientadas a fomentar el aumento de bienestar, pero una cosa es saber lo que tenemos que hacer y otra cosa diferente es llevarlo a cabo con la constancia y autodisciplina que se presupone. 

Seguro que tenéis a vuestro alrededor personas que hacen una actividad concreta de forma regular y a las que siempre se les etiqueta de “muy autodisciplinadas”. Pues bien, del estudio de personas que hacen ciertas actividades periódicamente se sabe que no se requiere tanto de autodisciplina como parece. Es más, no es adecuado depender de la fuerza de voluntad para mantener de forma recurrente una estrategia que nos lleve a obtener un cambio personal.

La autodisciplina es una característica que en parte está determinada genéticamente por lo que a veces es complicado de modificar, además, la autodisciplina se debilita en tanto en cuanto hagamos uso de ella. 

Si nos observamos un día normal de nuestra vida vemos que vamos gastando autodisciplina llegando de forma puntual a nuestras citas, manteniendo nuestro “saber estar” en toda situación, realizando cada tarea de forma diligente,… Si tenemos que introducir una tarea diferente a las habituales debemos seguir consumiendo autodisciplina y eso aumenta la probabilidad que la abandonemos porque el día a día nos va desgastando.

Por esta razón lo que necesitamos para mantener ciertas actividades en el tiempo es lo que se conoce como rituales positivos.

Se ha definido ritual positivo como un comportamiento apoyado en un valor profundamente asumido que se realiza con una periodicidad específica y que se vuelve automático con el paso del tiempo. Es cierto que necesitamos autodisciplina para iniciar un ritual pero una vez el ritual en sí se acaba convirtiendo en una costumbre ya no demanda de esa autodisciplina que podemos utilizar para otras actividades en cualquier otro ámbito de nuestra vida. Es decir, por medio de un comportamiento estructurado con una periodicidad específica, haremos uso de una pequeña dosis de autodisciplina al inicio disminuyendo la probabilidad de abandonar.


Por lo tanto es necesario que entrenarnos paulatinamente en la actividad que queremos introducir en nuestro día a día convirtiéndolo en un hábito y no derrochando nuestras reservas de autodisciplina.

Que paséis una feliz semana!