domingo, 15 de junio de 2014

Engagement

Desde hace años está siendo cada vez mas popular el término Engagement en torno a las Direcciones de Recursos Humanos. Marisa Salanova describe el engagement como “un estado mental positivo de realización, relacionado con el trabajo que se caracteriza por tres aspectos vigor, dedicación y absorción”


  • Vigor (componente conductual-energético): altos niveles de energía y resistencia mental mientras se trabaja, por el deseo de esforzarse en el trabajo que se está realizando incluso antes de que surjan dificultades.
  • Dedicación (componente emocional): alta implicación laboral, junto con la manifestación de un sentimiento de significación, entusiasmo, inspiración, orgullo y reto por el trabajo.
  • Absorción (componente cognitivo): se produce cuando la persona está totalmente concentrada en su trabajo, cuando el tiempo pasa rápidamente y presenta dificultades a la hora de desconectar de lo que se está haciendo, debido a las fuertes dosis de disfrute y concentración experimentadas.
Los trabajadores engaged tienen un fuerte sentimiento de pertenencia a la organización, son fieles a la misma, rinden más allá de lo que formalmente se les exige, tienen un sentimiento de conexión energética y efectiva con su trabajo, son proactivos, buscan y aceptan responsabilidades, plantean alternativas de mejora, tienen valores que coinciden con los de la organización, y además, buscan y reciben retroalimentación positiva.
Para incrementar el engagement en las organizaciones es importante poner doble foco, un primer enfoque hacia el personal y un segundo foco hacia la organización.
Primero nos centraremos en el empleado, para los que se pueden realizar intervenciones orientadas a:
  • La práctica de las virtudes. Algunas de las estrategias para mejorar las fortalezas de cada individuo son la identificación y uso de las propias fortalezas, por lo que un primer paso es tenerlas identificadas y sacarles partido.
  • Fortalecimiento de las redes sociales. Dentro de esta categoría encontramos el intercambio de experiencias positivas y el cuidado de las redes sociales.
  • Generación y ensayo de pensamientos positivos. En esta categoría se incluirían actividades como contar las cosas positivas, cultivar el optimismo, es decir, acentuar y mantener los momentos agradables en que se desarrollan los acontecimientos.
  • El establecimiento de metas personales, teniendo en cuenta que los objetivos intrínsecos que se persiguen por ser gratificantes en sí mismos, producen más engagement que aquellos objetivos extrínsecos que se persiguen por obtener recompensas externas.
  • La búsqueda de flow que se produce cuando hay un equilibrio entre los retos y las competencias al realizar una actividad determinada.
  • Desarrollo de estrategias de afrontamiento, es decir, se ha de enseñar a los empleados a ser resilientes. Esto se traduce en darle recursos a los empleados para hacer frente a las demandas estresantes.
En cuanto a la organización las intervenciones irían orientadas a:

  • Estrategias basadas en la selección, socialización y evaluación del personal. El proceso de reclutamineto y selección es el punto de partida que establece el primer contacto entre empleado y organización, y además supone el inicio del contrato psicológico. Además, el primer contacto es un buen momento para saber qué espera el empleado de la empresa y a su vez qué espera la organización del empleado. Y el mayor reto para la organización es lograr el ajuste entre las necesidades de ambos, cuanto mayor ajuste, mayor engagement.
  • Estrategias basadas en el diseño y cambio de trabajo. Dentro de estas estrategias se encuentran la rotación, recolocación y cambios temporales.
  • Estrategias basadas en el liderazgo y las relaciones interpersonales. Un buen líder debería combinar tanto una orientación a la tarea como a aspectos socioemocionales. Tanto empleados como empleadores deben ser conscientes de la importancia del engagement para que ambos puedan compartir sus éxitos y orientar sus esfuerzos en la misma dirección.


Que paséis una feliz semana!

domingo, 1 de junio de 2014

Buena vida

Esta semana os traigo una recomendación. Se trata de una nueva publicación mensual que viene de la mano de El País: BUENAVIDA (La revista del bienestar).
En cuando leí el nombre de esta publicación me llamó poderosamente la atención pero después de profundizar en la lectura de su primer número me parece aún mas atractiva.



El primer número salió a la luz el pasado 22 de mayo y está previsto que se publique de forma mensual el penúltimo Jueves de cada mes junto al periódico. Contará, además, con una versión online, que estará alojada en la web de El País-. Buenavida también tendrá su propia aplicación en plataformas digitales como Apple Store, Android...
Esta publicación está orientada a cualquiera de nosotros que buscamos mantener una vida plena donde encontramos información sobre temas de salud y bienestar.
Nos ofrecen una publicación periódica donde se trataran temas de diferentes ámbitos como psicología, la ecología, nutrición, sostenibilidad, calidad de vida, salud física, medio ambiente... Según comenta Antonio Caño, Director de El país, “busca mantener una filosofía que nace del rigor y la divulgación, pretende hacer del bienestar un conjunto de pequeños objetivos que se alejen de las metas irreales, y que ofrezca al lector una información de calidad suficiente para mejorar su calidad de vida día a día”.
Ofrece una lectura muy amena e instructiva donde la información se presenta de un modo comprensible y directo, haciendo que el vocabulario técnico sea sencillo para el lector. Pretenden reunir los mejores expertos de cada tema a tratar para que aborden temas de actualidad que fomenten buenas prácticas y fórmulas sencillas para nuestra cotidianeidad para fortalecer bienestar.
En este primer número el tema de portada es La energía: hábitos cotidianos para aumentar la vitalidad. También se tratan temas como la importancia de reconectar con la realidad dejando de lado los dispositivos; saber dormir a partir de pasos sencillos y entender el porqué del dolor de cabeza.
Así que mientras esperamos al siguiente número os dejo con una de las citas de esta primera publicación:
La buena vida es escoger las cosas más sencillas y ser menos exigentes con nosotros mismos, disfrutando al máximo de las capacidades y de lo que se nos ofrece en cada momento. Sobre todo, sin tener la sensación de que nos estamos perdiendo cosas”, definió Enrique García Bernardo, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón.

Que paséis una feliz semana!

domingo, 18 de mayo de 2014

La influencia de la familia

A nuestros antepasados les debemos no solo nuestra disposición genética sino gran parte de lo que somos, de nuestro carácter y nuestra forma de afrontar la vida. Es importante conocer de donde venimos para profundizar en nuestras habilidades, puntos fuertes y áreas de mejora.



Entre otras cosas heredamos de nuestra familia rituales, tradiciones y modelos de conducta. A lo largo de nuestro desarrollo hay otros elementos que intervienen en formarnos pero las raíces familiares son nuestro punto de partida.

Para hacer una reflexión sobre qué cosas le debemos a nuestra familia Klaus W. Vopel nos plantea hacer un ejercicio que consiste en enumerar cosas que consideramos le debemos a nuestra familia. El objetivo del ejercicio es llegar a 100 cosas que consideramos le debemos a nuestra familia. Para ayudarnos a hacer esta lista podemos tener en cuenta las siguientes instrucciones:

  • Escribe todo lo que se te venga a la cabeza, sin pensarlo demasiado.
  • Se pueden repetir puntos.
  • No es necesario escribir frases completas, simplemente las ideas que surjan.
  • No hay elementos que estén bien o mal.

Parece ser que al hacer una lista como esta nos encontramos con tres bloques:

  • Un primer bloque donde aparecerán los elementos que normalmente tenemos en la cabeza de un modo consciente.
  • Un segundo bloque donde se encuentras algunas repeticiones.
  • Un tercer bloque donde encontramos aquello que tenemos mas escondido en nuestro inconsciente y nos suele generar alguna que otra sorpresa.

Una vez terminada la lista es muy positivo agrupar los elementos por temas que estén relacionados entre ellos e identificar, si es posible, a quien de nuestra familia le debemos unas cosas u otras.

El ser conscientes de donde nos vienen nuestros modelos y valores hace que los hagamos nuestros y sepamos con qué herramientas contamos para vivir nuestra vida con bienestar.

Por último me parece importante que seamos conscientes de los modelos que transmitimos dentro de nuestro entorno y la repercusión positiva o negativa que puede tener ésto en las personas en las que influimos. De este modo podemos intentar favorecer la transmisión de emociones positivas que ayuden a nuestro entorno a vivir mejor.


Que paséis una feliz semana!

domingo, 11 de mayo de 2014

Mi mundo interior

De vez en cuando merece la pena hacer una pequeña reflexión sobre uno mismo, sobre su pasado, su presente y su futuro. Tomar un momento de nuestras vidas como un punto de inflexión para orientar el rumbo que deseamos llevar. Para ello os propongo esta vez un sencillo ejercicio donde, con la ayuda de un cuestionario podemos explorar nuestro mundo interior.



Este cuestionario se trata de cumplimentarlo por escrito y en un momento en el que podamos concentrarnos en ésta tarea para sacar el máximo partido. Os enumero a continuación el cuestionario que consta de diferentes partes:

Parte 1: mis triunfos y los objetivos de mi vida

  1. ¿De qué estás orgulloso en tu vida?
  2. ¿Qué efectos han tenido esos éxitos en tu vida?¿Cómo han influido sobre la imagen que tienes de ti mismo y sobre tus capacidades?
  3. ¿qué reacción has experimentado en otras personas de tu entorno sobre tus éxitos?

En determinados momentos de nuestras vidas no somos conscientes de nuestros logros, del camino recorrido y de todo lo bueno que hemos conseguido. Con esta pequeña reflexión podemos encontrar seguridad en nosotros mismos para seguir persiguiendo nuestros sueños.

Parte 2: mis heridas y mis curaciones

  1. ¿A qué acontecimientos difíciles te has enfrentado en tu vida?
  2. ¿Cómo has superado esas heridas?¿Aún queda algo de ellas?
  3. ¿Qué haces para que ni te vuelva a ocurrir?

A veces nos encontramos momentos difíciles en nuestra vida, esos momentos que parece no vamos a ser capaces de hacer frente. Si somos conscientes de las situaciones complejas que hemos superado con éxito seguro que tenemos mas fuerza para aprontar cualquier obstáculo que nos encontremos.

Parte 3: mi mundo emocional

  1. ¿Qué filosofía tienes en relación con tus sentimientos?
  2. ¿Tienes dificultades para expresar tus emociones?

Es importante reconocer nuestras propias emociones y saber expresarlas de forma adecuada y saludable.

Parte 4: mi tarea en la vida y mi legado

  1. ¿Qué te gustaría que la gente recordara de ti?
  2. ¿Cuál es el objetivo de tu vida?
  3. ¿Qué legado te gustaría dejar?
  4. ¿Qué objetivos te quedan por alcanzar?

En ocasiones nos marcamos objetivos y a mitad de camino perdemos el rumbo, si hacemos una valoración durante el camino podemos reorientarnos hacia esos objetivos.

Parte 5: ¿cómo me gustaría evolucionar?

Una vez hayas respondido a las preguntas anteriores busca la forma de reorientar todo lo que has sido y eres para focalizarte en lo que quieres ser:

  1. Describe a la persona que te gustaría ser
  2. ¿Qué puedes hacer para ser esa persona?
  3. ¿Qué es lo que quieres cambiar de ti?
  4. ¿Qué es lo que no te gustaría cambiar?
  5. ¿Cómo debe ser tu vida dentro de cinco años?

Quizás con este ejercicio consigas iniciar acciones para fortalecer aquellos aspectos de tu vida que mas te gustan y cambiar aquellos que menos satisfacción te producen.


Que paséis una feliz semana!

domingo, 4 de mayo de 2014

Alegría de vivir

No sé si es el buen tiempo, o que hemos tenido un puente de cuatro días festivos en Madrid pero hoy tengo mas optimismo encima y esto lo tengo que compartir. Ya sabemos que el estado de ánimo es contagioso así que por qué no pasar de unos a otros alegría de vivir.



Quiero que prestemos atención a la alegría duradera y para ello me voy a ayudar de una autora que leí hace poco tiempo, Anne Van Stappen. Según Anne, esta alegría tan sutil surge del arte de saborear y cultivar la belleza de la vida tanto en nuestro interior como en nuestro exterior.

La verdadera y auténtica alegría de vivir radica en varios aspectos:

  • Posibilidad de tener sueños y encontrar motivación y fuerza para emprenderlos
  • Ser uno mismo respetando el entorno que nos rodea
  • Desarrollar capacidad de dar, de amar y de de dejarse amar

Uno de los pasos previos es conseguir frenar el ritmo frenético que llevamos día a día para ser capaces de “saborear” los momentos felices que nos ocurren y no dejarlos pasar de forma inconsciente.

Un primer y práctico ejercicio es definir las diferentes maneras que tenemos para adquirir la alegría de vivir a diario. Podemos empezar por escoger palabras que representen para nosotros la alegría de vivir. Yo os enumero alguna de las mías como ayuda pero es importante que cada uno se sienta identificado con su lista de palabras: bailar, reír, soñar, respirar, movimiento, sentido, amar,...

Una vez que tengamos nuestro listado podemos leerlas en voz alta sintiendo lo que significa cada una de ellas. Con este ejercicio se pretende cultivar en nosotros mismos estados de ánimo positivos independientemente del entorno que nos rodea en ese momento.

Para extender el ejercicio es muy práctico hacer un listado de aspectos que por un lado estimulen nuestra alegría de vivir y por otro lado un listado de aspectos que disminuyen nuestra alegría de vivir. En ambos casos es importante identificar:

  • Lo que procede de nosotros mismos
  • Lo que procede del exterior
  • Lo que procede de ambos

Una vez identificados y catalogados se trata de poder disfrutar aquello que identificamos como positivo y disminuir o combatir, en la medida de lo posible, aquello que interactúa negativamente en nuestra alegría de vivir.

Aunque no resulta fácil al fin y al cabo se trata de cambiar poco a poco hábitos y modos de vida de manera que cada vez mas tengamos presentes en nuestro día a día elementos positivos y menos elementos negativos.

Como este ejercicio podemos hacer diferentes actividades para modificar nuestro día a día para aumentar nuestra alegría de vivir. No obstante, la base de todo esto siempre es la actitud con la que afrontemos nuestra vida, la importancia que otorguemos a las emociones positivas y el optimismo con el que vivamos.

Ya que hoy es el día de la madre quiero darle las gracias por educarme en valores positivos que hacen de mi vida un compendio de vivencias que me han otorgado una actitud, creo que muy positiva hacia la vida. Gracias mamá.


Que paséis una muy feliz semana!

domingo, 27 de abril de 2014

Sacar partido a nuestros puntos fuertes

Me he tomado un par de semanas libres con el blog y hoy os traigo un ejercicio práctico para que prestemos atención a aquello en lo que somos mas fuertes para mejorar nuestro bienestar.

Ya sabemos que cada persona tiene una serie de puntos fuertes y un conjunto de áreas a mejorar. En general ocupamos gran parte de nuestro tiempo intentando aprender y fortalecer esas áreas de mejora o intentamos justificar esas debilidades con acciones que provienen de agentes externos, lo cual suele desembocar en una actitud victimista. Es mucho mas positivo para nuestro bienestar concentrarnos en nuestros puntos fuertes y sacarles el máximo partido.



Si nos concentramos en nuestros puntos fuertes y los aplicamos en nuestro día a día eso nos puede aportar un gran bienestar ya que nos sentimos mas productivos y desarrollados. Ya os he hablado en otras ocasiones de lo importante que es identificar nuestras propias fortalezas. En esta ocasión os propongo que hagamos una reflexión sobre nuestras capacidades para obtener una perspectiva mas positiva de la vida.

El ejercicio que os propongo en esta ocasión consiste en escribir en un papel al menos tres capacidades personales. Si nos resulta difícil encontrar en ese momento nuestras fortalezas podemos ayudarnos contestando estas preguntas:

  • ¿Qué es lo que mas me gusta hacer?
  • ¿Qué ámbitos son los que más rápidamente aprendo?
  • ¿En qué áreas me siento competente?

Una vez realizada esa pequeña lista de fortalezas escogemos una de ellas y describimos una historia que cuente cómo esa capacidad nos ayudó a tener éxito y cómo ha influido en nuestra vida y en la de los demás de un modo positivo. Para redactar esta historia con el mayor detalle posible podemos ayudarnos de un pequeño guión:

  • ¿Qué he hecho?
  • ¿Cómo me he sentido al hacerlo?
  • ¿Qué efecto ha tenido mi actuación?
  • ¿Qué me resultó satisfactorio?
  • ¿En qué medida tuvo mi actuación un efecto positivo sobre mi o sobre los demás?

Este ejercicio se puede hacer en grupo o en parejas de manera que uno lea a otro su historia y lo comenten en conjunto.

Al final del ejercicio la primera conclusión que debemos sacar es ¿en qué medida puedo hacer uso de mis capacidades en el momento actual o futuro de mi vida?

Para terminar y a modo de conclusión general, podemos contestarnos a estas preguntas:

  • ¿Cómo me he sentido en este ejercicio?
  • ¿Me resulta fácil reconocer mis capacidades o puntos fuertes?
  • Las capacidades que he detectado ¿fueron reconocidas y fomentadas por otros en mi niñez y en mi juventud?
  • ¿Cuáles serían para mi las condiciones ideales para aprovechar mis capacidades de forma óptima?

Una de las conclusiones que deberíamos sacar de todo esto es la cantidad de cosas que sabemos hacer bien y cómo propiciar el escenario perfecto para poner en marcha esas fortalezas en nuestro día a día y en todos los ámbitos de nuestra vida (laboral, familiar,...)

Esto no significa que no detectemos áreas de mejora y continuemos aprendiendo habilidades nuevas, desde luego que no. Pero si prestamos atención a nuestras fortalezas y les sacamos el máximo partido nos cargaremos de optimismo, emociones positivas y energía para desarrollar aquellas áreas que tenemos menos fuertes.

Os deseo una feliz semana!



domingo, 6 de abril de 2014

Seis sombreros para pensar

Hace tiempo leí un libro de Edward Bono que hoy me he decidido a recomendaros. Este libro es Seis sombreros para pensar y lo que hace es poner en relieve una técnica que permite llevar a cabo lo que el autor denomina pensamiento paralelo. La idea de “ponerse determinado sombrero” significa asumir y actuar bajo el rol establecido por dicho sombrero.



El método puede usarse tanto en forma individual como grupal, aunque parece ser que en el segundo caso los resultados positivos son muy evidentes. Según he leído recientemente esta metodología se ha puesto de manifiesto en comités ejecutivos y reuniones directivas con mucho éxito.


En el terreno grupal, cada miembro del grupo podría “ponerse” un sombrero en particular y pensar sobre el problema o situación planteado, según las reglas establecidas para el color de ese sombrero. Su autor, De Bono, establece los siguientes roles para cada uno de los seis sombreros:
    Sombrero Blanco: implica neutralidad y conducta objetiva. El pensador con sombrero blanco pone sobre la mesa hechos, cifras, ... Aquí no se admiten ni la opinión propia, ni los presentimientos, ni los juicios basados en la experiencia o las intuiciones.
    Sombrero Rojo: sugiere emociones, sentimientos y aspectos no racionales. No necesita justificación, se expresa sin razones o fundamentos. El propósito del pensamiento de esta sombrero es hacer visible el trasfondo emocional para que se pueda observar su influencia.
    Sombrero Negro: implica ser consciente de los peligros, las dificultades, los peligros y los problemas potenciales. Nos facilita ponernos en peligro a nosotros mismos y a los demás.
    Sombrero Amarillo: es optimista e involucra los aspectos positivos. Se concentra en el beneficio e implica un pensamiento constructivo.
Tanto para el sombrero negro como para el sombrero amarillo, los juicios deberán ser lógicos y racionales, porque de otra manera se estaría en terreno del sombrero rojo.
    Sombrero Verde: indica creatividad y nuevas ideas. Busca alternativas. Va más allá de lo conocido, lo obvio y lo satisfactorio. Genera provocación para salir de las pautas habituales de pensamiento.

    Sombrero Azul: se relaciona con el control y la organización del proceso del pensamiento. Está por arriba de los otros sombreros ya que ejerce el control. Enfoca el pensamiento. Permite la visión global. Nos indica cuándo cambiar de sombrero. Si se está desarrollando un proceso formal grupal, este sombrero controla el protocolo. Además de organizar los otros sombreros, organiza otros aspectos del pensamiento: evaluación de prioridades o enumeración de restricciones. Es el director de orquesta.

En la práctica, es necesario referirse a los sombreros por su color y nunca por su función.
El matiz distintivo de esta técnica se basa en diferenciar los aspectos emocionales, optimistas, lógicos, pesimistas, etc., modificando el estilo tradicional de pensamiento que aborda las situaciones sin diferenciar los puntos de vista.


Esta metodología tiene varios beneficios:
  • Las ideas se analizan desde distintos puntos de vista, tipos de pensamiento y roles.
  • La acción de pensar se combina con un aspecto lúdico que fomenta la motivación y la participación.
  • Permite estudiar una idea, desmenuzarla y analizarla a fondo, lo que implica identificar puntos fuertes, débiles y grado de viabilidad de la misma.

Me resulta especialmente interesante este concepto para hacernos conscientes de las diferencias de enfoque que podemos tener en función del sombrero con el que pensemos.


Que paséis una feliz semana





domingo, 30 de marzo de 2014

Actividades positivas en educación

La Psicología Positiva tiene un campo de acción muy amplio que puede ser abordado en el ámbito educativo con muy buenos resultados.

Si le preguntáramos a cualquier padre, maestro o tutor ¿qué le deseas a tu hijo o alumno en la vida? Seguro que una de las respuestas más repetida sería “qué sea feliz”. La influencia de los padres y educadores puede ser determinante para que los niños y adolescentes que tienen a su cargo se conviertan en adultos felices y responsables. Según Klauss W. Vopel para que esos niños y adolescentes tengan mayor probabilidad de convertirse en adultos felices necesitan desarrollar determinadas cualidades que, a menudo los adultos dejamos en un segundo plano a la hora de educar a nuestros niños. Estas cualidades son tales como optimismo, disposición al juego, confianza en uno mismo y en sus capacidades y el sentimiento de compenetración y adhesión, entre otras.



Desde este punto de vista por qué no fomentar en casa, en colegios, institutos y demás centros educativos la participación de nuestros niños y adolescentes en actividades que fomenten esas cualidades que les ayudarán a cultivar su bienestar hacia sí mismos y hacia su entorno.

Hace unos días, en un instituto de la Comunidad de Madrid tuvieron una iniciativa que podría ser muy positivo llevar a cabo con mayor asiduidad en los centros educativos. La iniciativa comienza por que los alumnos de 2º de E.S.O reciben una circular llamada “Abrazos” donde les explican los beneficios de abrazar. A esa circular iba grapada una hoja de consentimiento para los padres. En esta hoja los padres firmaban un permiso para que los alumnos pudieran salir del instituto en horario lectivo (un par de horas) para llevar a cabo por los alrededores la acción de “abrazos gratis”. No fijaban una fecha concreta ya que el único requisito para llevar a cabo esta actividad es que amanezca un día soleado. Os podéis imaginar en qué consiste, ¿verdad? Los alumnos se dedicarán a abrazar a todo aquél que quiera ser abrazado. ¿No os parece genial? Esta iniciativa se origina en algo mucho más amplio que una actividad de un instituto, si queréis saber algo mas al respecto podéis visitar esta Web http://abrazosgratis.org/. En ella he encontrado este vídeo que os dejo.



Volviendo a la iniciativa del instituto, en la circular que daban a los alumnos se explican cosas como (transcribo directamente de esa circular):

Abrazar es una grandiosa medicina. Transfiere energía, y da a la persona que es abrazada un estímulo emocional. Un abrazo te hace sentir bien pero también es una forma de comunicarse, puede decir las cosas para las que no tienes palabras.

Varios experimentos han demostrado que el contacto físico puede:

  • hacernos sentir mejor con nosotros mismos y con los demás
  • tener un efecto positivo en el desarrollo de los niños y su inteligencia
  • causar cambios fisiológicos calculables en los que tocan y a los que tocan

Proponemos que el abrazo es una de las formas más especiales de tener contacto físico con alguien.

A este texto le acompaña una larga lista de beneficios de los abrazos para generar bienestar en el ser humano.

Hace unos meses os hablé en el blog de la importancia de los abrazos, si queréis volver a leerlo podéis pinchar aquí. Como soy una convencida de lo importante que es abrazarnos esta iniciativa de Abrazos gratis me ha parecido genial y que la lleven a los institutos como parte de la educación es una gran decisión.

Como estas, seguro que hay mas actividades que se están llevando a cabo en escuelas y cada uno en casa con sus hijos. Es importante ser conscientes que la educación de nuestros niños y adolescentes no es solo transmitir conocimiento, es fundamental desarrollar sus capacidades, habilidades y emociones. Y especialmente es importante educarles para que tengan una vida plena.


Que paséis una feliz semana!

domingo, 23 de marzo de 2014

Aceptar las pérdidas

Hoy en España hemos tenido una gran pérdida, ha muerto Adolfo Suárez, determinante en la época de la Transición en este país. Cuando la muerte de una persona se transforma en una gran pérdida para todo un país creo que es porque al unísono todos pensamos que aportó un gran valor cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. Estas líneas van como homenaje para todas las personas que desaparecen dejando una huella importante por sus buenas aportaciones.




Durante toda nuestra vida vivimos pérdidas. Casi todo lo que recibimos, algún día llegamos a perderlo. A veces negamos alguna de esas pérdidas que nos resultan especialmente dolorosas e intentamos no pensar en ellas. Esta negación nos consume mucha energía intentando mantener el muro del olvido intacto. Esa energía puede ser muy necesaria para cultivar relaciones positivas y compensar dichas pérdidas. Por esto hay un ejercicio que consiste en transformar esa tristeza por la pérdida en gratitud hacia lo positivo de la relación que tuvimos con esa persona que hemos perdido.

Nos concentramos en encontrar una pérdida dolorosa que hayamos sufrido, especialmente si ha sido una pérdida próxima ya sea por fallecimiento, separación o porque la vida nos ha llevado por camino diferentes. En lugar de negar la pérdida se trata de rememorar cuánto se ha querido a esa persona, en qué medida fue importante en nuestra vida y cuánto de positivo nos aportó.

Una vez que tenemos claro quien es esa persona le dedicamos una media hora a escribir sobre los recuerdos que tenemos de esta persona. Se trata de escribir una despedida. En algunos casos esta persona ya no estará viva, en otros casos quizás se haya producido una separación dolorosa o simplemente la persona ha desaparecido de nuestra vida. El ejercicio consiste en redactar cuánto se ha querido a esa persona, qué importancia tuvo en su vida, qué recuerdos tenemos de ella,… Una vez enumerados todos los aspectos que mas destaquemos es importante redactar nuestro agradecimiento hacia esta persona por lo que significó en nuestra vida. Este agradecimiento reforzará en mi la sensación de saber que en el futuro seguiré encontrando en mi vida personas así de maravillosas.

Un detalle a tener en cuenta mientras redactamos esta carta es intentar hacerlo de forma espontánea, escribiendo tal cual lo que sentimos, por ello es bueno marcarse un tiempo límite, alrededor de treinta minutos.

Tras hacer este ejercicio se puede releer unos días mas tarde y reflexionar sobre la sensación de bienestar que puede generarnos el dejar de negar esa pérdida, aceptarla, agradecer que hayamos podido encontrar esa persona en nuestra vida y ser consiente que parte de esa persona siempre la tenemos presente.

A veces las personas que menos nos esperamos nos aportan valores, sensaciones, emociones… muy positivas y, por desgracia, en ocasiones nos ocurre que hasta que no las perdemos no lo valoramos. Este ejercicio nos puede hacer ver todo lo bueno que sí tenemos y no hemos perdido para darle el valor que se merece.


Que paséis una feliz semana!

domingo, 16 de marzo de 2014

El poder de la interpretación

A menudo nosotros mismos provocamos nuestra propia insatisfacción y nos recreamos en alimentarla. Cada vez que nos decimos a nosotros mismos “tengo que hacer esta desagradable tarea” nos sentimos impotentes y carentes de libertad con la sensación de malestar que esto nos causa. Como alternativa se nos plantea la posibilidad de aprender a interpretar nuestras obligaciones de un modo positivo y con mayor motivación.
Todo lo que hacemos podemos asumirlo como algo positivo que nos va a aportar algún beneficio o bien adoptar una actitud de negación sobre una obligación concreta lo que la transformará en algo inútil, sin sentido y como una pérdida de tiempo. El afrontar nuestros deberes y obligaciones como algo positivo no es sencillo pero podemos cultivar esta actitud y con ella conseguir un sentimiento mas estable de alegría, felicidad y bienestar.

Pasamos una gran parte de nuestro tiempo dedicados a nuestras obligaciones, el trabajo, las tareas de las casa, gestiones,... podemos interpretar estas actividades inevitables de diferentes maneras, normalmente tendemos a interpretarlas de un modo negativo pero podemos aprender a intentar afrontarlas con mas optimismo.
Para ello Klaus W. Vopel nos propone un pequeño ejercicio y así empezar a practicar: se trata de escoger una actividad diaria cuya realización despierte sentimientos negativos. Se describe en un papel esa actividad orientándola de un modo positivo, con los beneficios que nos puede aportar esa actividad concreta, dando importancia a que no es una tarea tan tediosa y que incluso la podemos ver como algo que nos enriquece. Una vez terminado esto pasamos a describir la misma acción pero orientándola de un modo negativo.
Al finalizar estas descripciones se lee en voz alta cada una de las descripciones intentando darle la emoción que les corresponde.
Una vez hecho esto podemos extraer una pequeña reflexión:
  • ¿Hasta qué punto mis tareas diarias me están generando malestar?
  • ¿En qué medida contribuyo a mi propio malestar?
  • ¿Cómo me sentiría si viera con más optimismo mis tareas?
  • ¿Cuál es la obligación diaria que me resulta mas desagradable? ¿Cómo podría interpretarla de un modo positivo?
No todo es cuestión de la perspectiva con la que se afrontan las situaciones pero en muchos casos cambiar esa perspectiva ayuda mas de lo que pensamos y es algo que está especialmente en nuestra mano.

Que paséis una feliz semana!!

domingo, 9 de marzo de 2014

Nuestro legado

Ayer fue mi cumpleaños y, aunque ya voy cumpliendo bastantes años, para mi siempre es un día muy especial, entre otras cosas porque tengo la oportunidad de darme cuenta de las personas tan maravillosas que tengo a mi alrededor.

Esa pequeña reflexión me ha hecho dedicar el post de hoy a un ejercicio que propone Klaus W. Vopel para valorar las relaciones que tenemos a lo largo de nuestra vida, tanto nuestros amigos como aquellos que no llegan a serlo pero igualmente pueden aportar aspectos muy positivos en nuestra vida.




Este ejercicio nos lleva a ponernos en la situación imaginaria de ser conscientes que el tiempo de nuestra vida se está agotando y nos sentimos en el deseo de escribir nuestra última voluntad.

Redactamos por tanto un pequeño testamento donde dejemos escrito nuestro legado, pensamos en todas las personas con las que nos hemos relacionado y decidimos qué objetos de nuestra herencia queremos dejar a nuestros amigos y conocidos. Quizás también podemos pensar en si dejamos algo a aquellos con los que no somos afines pero que han formado parte de nuestra vida. Es posible que alguna persona que lea estas palabras le resulte que puede dar cierto “mal rollo” pero en este ejercicio es importante también el sentido del humor y el ingenio para sacarle todo el partido posible y que nos genere cierto bienestar.

En el momento de comenzar a escribir debemos contar con que es imposible que recordemos a todas las personas con las que hemos tenido alguna relación a lo largo de nuestra vida. Por tanto, hacemos una selección entre las personas que fueron importantes para nosotros en los momentos buenos y en los malos. ¿Quién debe recibir algo de mi propiedad y qué? No es necesario pensar únicamente en los objetos de valor, también se puede pensar en algo trivial. Cada objeto dejado en herencia supone un último comentario sobre esa relación.

Al escribir nuestra última voluntad justificamos en cada caso por qué actuamos de ese modo. Puede ser muy positivo añadir un pequeño mensaje personal para cada “heredero”.

Una vez hecho este ejercicio podemos reflexionar sobre aspectos como:

  • ¿Qué significa la propiedad para mi?
  • ¿Qué objetos tienen una importancia emocional para mi?
  • ¿Qué tipo de personas me han rodeado?
  • ¿Qué les falta a mis relaciones?
  • ¿Cómo reaccionarían mis “herederos” ante mis legados?
  • ¿En qué medida me resulta fácil desprenderme de algo?
  • ¿Qué me gustaría cambiar de mis relaciones?
  • ¿En qué momentos me siento sólo?
  • ¿En que momentos me siento arropado?

Complementario a este ejercicio os propongo hacer una reflexión mas sobre el legado emocional que queremos dejar en los demás. Cuando desaparecen de nuestras vidas ciertas personas dejan una huella en nosotros que no se toca pero la llevamos siempre con nosotros. ¿Qué huella estamos dejando nosotros en las personas que tenemos en nuestro entorno?


Que paséis una feliz semana!

domingo, 2 de marzo de 2014

Cadena de favores

En épocas complicadas como las que estamos viviendo se hace más visible la necesidad que nos tenemos unos de otros y la importancia que tiene la amabilidad y la generosidad. Hay personas que son especialmente generosas, que esta característica forma parte de su manera de ser. Hace tiempo os enumeraba las 24 fortalezas que, según Martin Seligman, tenemos todos en mayor o menor medida. Si queréis recordarlo podéis hacerlo aquí.




Una de esas fortalezas es la que destaca la amabilidad y generosidad. Las personas que tienen esta fortaleza predominante tienen en su vida un sin fin de buenas acciones para ayudar y cuidar de los demás. Nunca están demasiado ocupados para hacer un favor. Disfrutan haciendo buenas obras en beneficio de los demás, incluso aunque no los conozca bien. Estas personas encuentran gratificante dar lo mejor de si y ayudar a otras personas, independientemente de que tengan ninguna relación de parentesco o amistad

La generosidad, también llamada bondad, compasión, conducta prosocial o niceness, consiste en realizar buenas obras y favores a otros sin recibir nada a cambio. La categoría bondad engloba diferentes formas de relacionarse, guiadas por el beneficio de otro hasta tal punto que se anulan nuestros propios deseos y necesidades inmediatas.

Un aspecto que diferencia la bondad del amor es que en la bondad, a priori, no recibes nada a cambio. Aunque la realidad es que el hecho de hacer algo bueno por otro siempre aporta bienestar.

Esta fortaleza requiere ser respetuosos con los demás y a su vez incluye el afecto emocional.

Hay ciertos ejercicios que pueden ayudar a potenciar esta fortaleza, a continuación os enumero alguno de ellos:

  • Realiza actos bondadosos (pequeños favores a amigos o vecinos, llamar a algún amigo que esté enfermo o triste, conseguir que coma bien un amigo que está centrado en los exámenes llevándole un día la comida, cuidar los niños de alguien para que tengan tiempo libre,...).
  • Realiza un acto de bondad aleatorio dirigido a alguien desconocido.
  • Puedes donar sangre periódicamente o hacerte donante de órganos.
  • Visita a alguien enfermo en el hospital.
  • Lleva a un amigo a cenar por sorpresa y paga tu.
  • Di palabras suaves y amables en tus mails, cartas, cuando hables por teléfono,...
  • Haz inventario de tus pertenencias y mantén lo que es necesario, el resto dónalo.
  • Dona tu tiempo a los demás a través de actividades de voluntariado.
  • Saluda con una sonrisa.
  • Detén el coche y ayuda a alguien que lo necesite.

Hace tiempo vi una película relacionada con este tema: Cadena de favores.



La historia de esta película cuenta que Eugene, un profesor de ciencias sociales de 7° grado, decide asignarles a sus estudiantes la tarea de buscar métodos para mejorar al mundo, por lo menos a la comunidad que les rodea. Trevor, uno de sus alumnos, toma muy en serio la propuesta de su profesor e inventa un sistema muy fácil para realizar esta tarea: su idea consiste en ayudar a tres personas en algo que no podrían lograr por sí mismos, y en lugar de que el favor le sea devuelto a uno, cada una de esas tres personas deben ayudar a otras tres personas y así sucesivamente. Esta acción tiene un gran impacto entre la población.

Que paséis una feliz semana!

domingo, 23 de febrero de 2014

Sin abarcar demasiado

Alguna vez os he contado que me considero una persona algo inquieta, con la mente puesta en diferentes proyectos y suelo tener siempre pendiente muchas cosas por aprender. A veces consigo llevar a cabo aquello que me propongo pero otras me doy cuenta a mitad de camino que no puedo llegar a hacerlo como quisiera y me veo en la obligación de posponerlo para poder conseguir algunos objetivos y no quedarme a mitad de camino con todo lo que emprendo.

Por ello considero importante que seamos conscientes de nuestras propias limitaciones y carencias e intentar ser lo más objetivos posible con nuestras capacidades.
Nuestra propia auto exigencia nos orienta hacia una imagen idealizada de lo que deberíamos ser o lo que deberíamos conseguir. Esto nos genera cierto desgaste, ya que la relación que establecemos con nosotros mismos se convierte en una lucha incesante en la que no hay tregua: deberías de…” “tendrías que…”. Esos diálogos internos a veces se convierten en luchas diarias que minan nuestra capacidad para atender los objetivos que nos habíamos marcado previamente y disfrutar del camino que nos lleva a conseguir esas metas.

Quienes no pueden aceptar sus carencias acaban por caer en el todo o nada, es decir, si no puedo con todo no valgo nada. De esta manera se pierde la capacidad de disfrutar de pequeños logros si no se consigue la perfección (tarea difícil). Las víctimas del ideal de perfección son personas que viven la vida con ansiedad porque nunca es suficiente. Cuando se llega al objetivo marcado de nuevo la meta se aleja para dejar una sensación de frustración y vacío enorme. Esta es una búsqueda sin final, porque la verdad es que la perfección suele acercarse mas a un ideal que a la realidad.

En cambio, quienes aceptan sus propios límites, están en paz consigo mismos y pueden disfrutar de más ocasiones de placer y bienestar. No invierten todas sus energías en mostrase perfectos, sino que aprenden a buscar la satisfacción en aquellas tareas que les permiten explotar sus potencialidades y fortalezas. Para estas personas la perfección es precisamente saberse y conocerse, y aceptar esta realidad perfecta para ellos.

Todo esto no quiere decir que renunciemos a evolucionar, a mejorar ciertos aspectos de nosotros mismos y a seguir aprendiendo. A la hora de abordar nuevas tareas y proyectos antes debemos analizar a costa de qué vamos a sacrificarnos por ello, cuál es nuestra motivación para ello y nos debemos plantear si tenemos la capacidad de abordarlo en ese momento.

Reconocer nuestros propios límites y que no podemos con todo, no nos convierte en menos valiosos, sino que nos capacita para pedir y aceptar ayuda sin sufrir por ello. Quienes luchan por abarcarlo todo a veces se olvidan de disfrutar del camino para lograr sus objetivos.

Feliz semana!


domingo, 16 de febrero de 2014

Con mucho humor

Hace años me dieron un consejo profesional del que siempre guardo un buen recuerdo. Ese consejo era acerca de cómo realizar mi trabajo, y decía algo así como que siempre debía trabajar con los 7 sentidos: oído, olfato, gusto, vista, tacto, sentido del humor y el mas común de los sentidos (el sentido común).
Hoy vamos a hablar del sentido del humor, estrictamente necesario para mi en todos los ámbitos de mi vida, ya sean personales o profesionales.



“El humor sirve como una válvula interna de seguridad que nos permite liberar tensiones, disipar las preocupaciones, relajarnos y olvidarnos de todo”, afirma el Dr. Lee Berk, profesor de patología en la Universidad de Loma Linda, en California y uno de los principales investigadores en el mundo sobre la salud y el buen humor.
Como ya hemos hecho referencia en otras ocasiones, se ha demostrado que la depresión, el odio, la frustración o el estrés pueden ejercer efectos negativos sobre la salud de las personas y provocar enfermedades. Del mismo modo se ha demostrado que la alegría, el amor, el optimismo, el sentido del humor y la risa ejercen efectos positivos y pueden ayudar a prevenir y combatir enfermedades.
El sentido del humor es un proceso cognitivo emocional complejo:
  • Implica una actividad lúdica y positiva ante la vida.
  • Ayuda a relativizar los problemas y verlos con cierta distancia.
  • Al tratarse de un rasgo de personalidad, algunas personas tienen el sentido del humor muy desarrollado y encuentran muchos estímulos en su vida que lo despiertan; otras en cambio, parecen tenerlo siempre adormecido y resulta difícil sacarles una sonrisa.
No todo el humor es beneficioso, la risa hostil, la ridiculización, la burla, el sarcasmo,… no solo no resultan beneficiosas sino que perjudican a muchas personas. Así diferenciamos el Humor positivo del Humor agresivo.
El libro “Anatomía de una enfermedad”, publicado en 1979 por el fallecido editor de revistas Norman Cousins, fue el primero en exponer ante el público una correlación entre el humor y la salud. Cousins describe cómo se recuperó de una enfermedad de los tejidos conjuntivos, que normalmente suele ser irreversible, mediante un tratamiento que incluyó, entre otras terapias, películas cómicas de los hermanos Marx.
Para aprender a desarrollar nuestro sentido del humor podemos abordar diferentes estrategias, entre ellas:
  • Intentar relativizar ciertas situaciones que puedan estar poniéndonos constantemente de mal humor. A veces es útil intentar no tomarse en serio ciertas cosas que nos pasan en la vida y focalizar nuestros esfuerzos en resolver aquello que no está funcionando.
  • Podemos buscar entornos que nos permitan aumentar nuestro sentido del humor como acudir al cine o al teatro a ver comedias.
  • Animarnos a reírnos de todo tipo de cosas y principalmente, aprender a reírnos de nosotros mismos.
  • Rodearnos de personas con carácter positivo y observar cómo ellas se toman la vida de manera que podamos aplicar parte de su actitud en nuestro día a día.
  • Quedar habitualmente con amigos y disfrutar de planes divertidos: es más fácil reírnos en grupo gracias a bromas o anécdotas que se comparten con amigos.
  • A veces compartir momentos con niños saca nuestra parte más lúdica ya que expresan sus emociones mediante el juego que podemos compartir con ellos.
Todo esto sin olvidar que tenemos un momento para cada cosa, de manera que si tenemos tristeza debemos expresar esa emoción y dedicarnos el tiempo necesario a estar tristes, llorar,... El sentido del humor nos ayudará a superar esos momentos con el paso del tiempo.

Feliz semana!